La deuda global alcanzó un récord de 307 billones de dólares en el segundo trimestre de 2023, dijo el Instituto de Finanzas Internacionales (IIF) en un informe del 19 de septiembre, incluso cuando el aumento de las tasas de interés frenó los préstamos bancarios mientras que mercados como Estados Unidos y Japón impulsaron el crecimiento.
Según el informe, el valor total de la deuda global en términos de dólares aumentó en 10 billones de dólares en el primer semestre de 2023 y en 100 billones de dólares durante la última década.
El último aumento elevó la relación deuda mundial/producto interno bruto (PIB) por segundo trimestre consecutivo al 336%. Antes de 2023, el ratio de deuda había caído durante siete trimestres consecutivos.
El informe indicó que más del 80% del último aumento de la deuda provino de países desarrollados, siendo Estados Unidos, Japón, el Reino Unido y Francia los que registraron los mayores aumentos. Entre los mercados emergentes, las mayores ganancias provinieron de economías como China, India y Brasil.
El informe señaló el lento crecimiento y la desaceleración de la inflación como razones del aumento de la relación deuda/PIB. Anteriormente, según la explicación del IIF, el aumento repentino de la inflación fue el principal factor que provocó que el ratio de deuda disminuyera drásticamente en los últimos dos años.
Se espera que, como las presiones sobre salarios y precios están disminuyendo, aunque no tan rápidamente como se esperaba, la relación deuda global/PIB supere el 337% para fin de año, señaló el IIF.
También en el informe del IIF, la deuda de los hogares en relación con el PIB en los mercados emergentes sigue siendo más alta que los niveles anteriores al Covid-19. Sin embargo, esta proporción en los mercados desarrollados en los primeros seis meses del año cayó a su nivel más bajo en dos décadas.
En los últimos meses, expertos y responsables políticos han advertido sobre el aumento de la deuda. Esa tendencia podría obligar a los países, las empresas y los hogares a “apretarse el cinturón”, frenando el gasto y la inversión, desacelerando así el crecimiento económico y afectando la calidad de vida.
La buena noticia es que la carga de la deuda del consumidor parece estar bajo control, según Emre Tiftik, Director de Investigación de Sostenibilidad Financiera del IIF. Si persisten las presiones inflacionarias, los balances de los hogares, especialmente en Estados Unidos, servirán de colchón contra el impacto de nuevos aumentos de las tasas de interés por parte de la Reserva Federal (Fed).
Los mercados actualmente no están apostando a que la Fed suba las tasas de interés en el futuro cercano. Pero se espera que el rango de la tasa de interés objetivo del 5,25%-5,5% se mantenga al menos hasta mayo de 2024.
Minh Hoa (según Vietnam+, periódico de inversiones)
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