Antes de eso, los antiguos tenían muchas formas diferentes e interesantes de despertarse por la mañana.
Método natural
La luz del sol era el conocido “despertador” de nuestros antepasados en el pasado. Los humanos suelen irse a dormir cuando cae la noche y utilizan la luz del amanecer fuera de la cueva como alarma. Además, los sonidos de los animales por la mañana eran una forma de ayudar a los pueblos antiguos a despertarse.
Un método eficaz que han utilizado los humanos es utilizar la propia vejiga como alarma. Según los registros, la gente calibrará la cantidad de agua consumida antes de ir a dormir para que sea la suficiente para despertarlos por la mañana.
Otro “despertador” muy famoso es el gallo. El gallo cantará al amanecer como forma de declarar su territorio. Los investigadores han demostrado que 140 decibelios sería el umbral sonoro de un gallo cuando lo oyes cantar cerca de tu oído. Con tanto volumen, es fácil entender por qué los gallos han sido un despertador popular desde que fueron domesticados.
Inventos únicos
El reloj despertador accionado por agua fue una invención del filósofo griego Platón. Platón describió el proceso de alarma utilizando cuatro recipientes de cerámica apilados uno sobre otro y conectados por un tubo largo. Cuando el tanque superior esté lleno, el agua fluirá hacia los tanques inferiores en orden. En algún momento, el tanque finalmente se llena y crea una presión en el tanque que escapa inmediatamente, provocando un silbido similar al que se escucha cuando se hierve el agua.
(Fuente de la foto: Museo Helénico)
Otro tipo de reloj comúnmente utilizado por la gente antigua era el reloj de vela. La gente calculará el tiempo de combustión de la vela y la clavará en la posición adecuada. Cuando la vela se derrite en la posición del clavo, éste caerá sobre una base de metal y hará un ruido fuerte, despertando así a la persona que duerme. Los relojes de vela se utilizaron al menos hasta el siglo XVIII.
(Fuente de la foto: Wikipedia Commons)
Contratar un despertador
Cuando aparecieron los primeros despertadores, el problema del precio obligó a los pueblos antiguos a optar por una forma más económica, que era contratar a alguien que los despertara. Durante la década de 1970, los trabajadores de las alarmas en Gran Bretaña e Irlanda llamaban a las puertas de los clientes hasta que se despertaban y abrían. Algunos incluso silban o tocan instrumentos musicales para despertar a muchas personas a la vez.
Xuan Mai (Síntesis)
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