La ley tiene como objetivo proteger la vida personal de los empleados de la intrusión en el trabajo, que se ha vuelto más común desde que la pandemia de COVID-19 desdibujó las líneas entre el trabajo y la vida privada.
Vista de Sídney, Australia, el 14 de mayo de 2024. Foto: REUTERS/Jaimi Joy
Según la nueva ley, excepto en casos de emergencia o de horarios laborales irregulares, los empleadores no pueden exigir a los empleados que respondan fuera del horario laboral.
Si hay una disputa, la Comisión Australiana de Trabajo Justo (FWC) decidirá si la negativa del empleado a responder fue razonable y puede imponer sanciones de hasta AUD 19.000 (dólares australianos) para personas físicas y AUD 94.000 para empresas que incumplan las normas.
Sin embargo, algunos grupos de empleadores, como el Grupo Industrial Australiano, están preocupados de que la ley pueda crear confusión e impactar en la flexibilidad laboral, al tiempo que desacelera la economía.
La nueva ley coloca a Australia en una lista creciente de países que han adoptado el "derecho a desconectarse", principalmente en Europa y América Latina, con Francia a la cabeza cuando introdujo la ley en 2017.
Se espera que la ley ayude a los empleados a equilibrar el trabajo y la vida personal, pero también plantea desafíos para los empleadores a la hora de gestionar los recursos humanos y garantizar la continuidad del negocio.
Hong Hanh (Reuters, CNA)
Fuente: https://www.congluan.vn/nguoi-lao-dong-uc-tu-hom-nay-co-quyen-bo-qua-email-cuoc-goi-cong-viec-ngoai-gio-post309276.html
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