(NLDO) - El objeto más grande del cinturón de asteroides entre Marte y Júpiter puede haber tenido alguna vez un océano como la "luna de vida" de Júpiter, Europa.
Un nuevo estudio basado en datos de la nave espacial Dawn de la NASA sugiere que el extraño planeta enano Ceres podría ser un mundo oceánico.
Según el coautor Dr. Mike Sori de la Universidad de Purdue (EE.UU.), un nuevo análisis muestra que Ceres, que antes se creía una roca desnuda y estéril, es más parecido a un planeta en la naturaleza.
El planeta enano Ceres pudo haber sido alguna vez un mundo oceánico - Foto: NASA
El planeta enano Ceres tiene 950 km de diámetro y es el objeto más grande del cinturón de asteroides entre Marte y Júpiter.
Aunque es pequeño, contiene características superficiales complejas, como cráteres de impacto, volcanes y rastros de deslizamientos de tierra.
Una nueva investigación muestra que la corteza de Ceres está compuesta casi en un 90% de hielo cerca de la superficie, disminuyendo gradualmente hasta el 0% a una profundidad de 117 km.
Esta extraña estructura sólo podría ser el remanente de un océano que se fue congelando lentamente y que se fue enriqueciendo en impurezas a medida que se solidificaba de arriba hacia abajo.
Este hallazgo contradice creencias previas de que Ceres es relativamente seco, con un contenido máximo de hielo de menos del 30%. Sin embargo, el hecho de que el hielo se concentre en la superficie y luego disminuya gradualmente hace que la cifra del 90% que propuso el equipo de investigación sea razonable.
Los autores concluyen que en el pasado, Ceres fue un mundo oceánico similar a la luna Europa de Júpiter, un mundo que la NASA cree que podría haber albergado un océano subterráneo habitable.
“A medida que ese océano fangoso se congela con el tiempo, crea una capa de hielo con material rocoso atrapado en su interior”, explica el Dr. Sori.
Para sustentar este argumento, los autores utilizaron simulaciones por computadora para modelar la expansión de los cráteres de impacto en el planeta enano a lo largo de miles de millones de años.
Estas simulaciones también muestran que el océano de Ceres, rico en hielo y rocas, prácticamente no tiene corrientes. Esto contribuyó a la rápida solidificación del océano a medida que el entorno del Sistema Solar cambiaba gradualmente con el tiempo.
Según el Dr. Sori, lo más emocionante es que ahora tenemos un mundo oceánico congelado bastante cerca de la Tierra, conveniente para que las naves espaciales se acerquen y tomen muestras.
El estudio de antiguos mundos ricos en agua podría ayudar a explicar mucho sobre la evolución de los objetos del sistema solar, incluida la Tierra, así como el origen de la vida.
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Fuente: https://nld.com.vn/mot-the-gioi-dai-duong-an-minh-giua-sao-hoa-va-sao-moc-19624100111444816.htm
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