Alemania aún lucha contra un “triple golpe” de alta inflación, altas tasas de interés y débiles exportaciones que provocaron que la economía más grande de Europa se contrajera un 0,3% el año pasado.
Se espera que la economía alemana tenga dificultades para crecer este año, dijeron el 27 de marzo los principales institutos económicos, con una demanda débil en el país y en el exterior que desacelera el camino hacia la recuperación.
La primera economía del “viejo continente” crecerá sólo un 0,1% en 2024, según afirmaron cinco organizaciones consultoras en un comunicado conjunto. Las últimas previsiones muestran que la economía alemana apenas se moverá, lo que supone un fuerte descenso respecto del pronóstico anterior de las mismas instituciones de un crecimiento del 1,3%.
“En el lento crecimiento económico general se superponen factores cíclicos y estructurales”, afirma Stefan Kooths, experto del Instituto de Economía Mundial de Kiel (IfW Kiel). "Aunque la recuperación puede comenzar en la primavera, el impulso general no será demasiado fuerte", añadió el experto.
La economía alemana se contrajo un 0,3% el año pasado debido a la inflación, las altas tasas de interés y la caída de las exportaciones, y está luchando por escapar del estancamiento.
Los think tanks DIW, Ifo, IfW Kiel, IWH y RWI señalaron que, si bien la inflación en la principal economía de la eurozona ha caído de forma sostenida en los últimos meses, el gasto de los consumidores sigue aumentando "más tarde y de forma menos dinámica" de lo previsto anteriormente debido al estancamiento del crecimiento salarial.
Y el sector exportador alemán, habitualmente un motor clave del crecimiento económico, está sufriendo el enfriamiento del comercio exterior en medio de una economía global frágil.
Los clientes compran en un supermercado en Berlín, Alemania. Foto: DW
Las empresas con uso intensivo de energía, en particular, se han visto duramente afectadas por el aumento de los precios de la energía tras la guerra de Rusia en Ucrania, lo que contribuyó a una caída de la producción en la potencia industrial europea.
Mientras tanto, la inversión empresarial se ha visto frenada por el aumento de las tasas de interés del Banco Central Europeo (BCE), que encarece los préstamos, y por la “incertidumbre política económica”, dijeron los cinco grupos de expertos.
El gobierno alemán también rebajó drásticamente recientemente su pronóstico económico, esperando que la producción crezca sólo un 0,2% este año. El ministro de Economía alemán, Robert Habeck, admitió el mes pasado que la economía estaba en graves dificultades y necesitaba más reformas.
Pero el gobierno de coalición tripartito –integrado por el SPD del canciller Olaf Scholz, los Verdes de Habeck y el FDP del ministro de Finanzas Christian Lindner– está dividido sobre cómo cambiar la situación.
Cada vez hay más llamados para que el gobierno relaje su “freno de deuda” constitucional, un límite autoimpuesto al endeudamiento anual, para impulsar el muy necesario gasto en la modernización de la infraestructura del país y la transición hacia una economía más ecológica. El señor Habeck apoya la flexibilización de las normas sobre la deuda, pero el señor Lindner se opone vehementemente.
Los think tanks también propusieron una “reforma leve” del “freno de la deuda” para permitir “más inversiones financiadas con deuda que antes”.
De cara al futuro, la consultora predice que la recuperación se acelerará el próximo año a medida que la inflación disminuya y la demanda repunte. En consecuencia, se espera que la economía alemana crezca un 1,4% en 2025, apenas por debajo del pronóstico anterior del 1,5% .
Minh Duc (Según AFP/France24, TRT World)
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