Una aldea en el norte de Kenia, una de las zonas gravemente afectadas por la crisis alimentaria. (Fuente: AP) |
Las crisis alimentarias se intensificarán en todo África Oriental y el Cuerno de África en 2023, según un informe del 14 de junio de la Autoridad Intergubernamental para el Desarrollo (IGAD).
El Informe sobre la crisis alimentaria mundial 2023 advierte que se espera que hasta 30 millones de personas necesiten asistencia alimentaria humanitaria en Kenia, Somalia, Sudán del Sur, Sudán y Uganda.
De ellos, se estima que 7,5 millones de personas en Kenya, Somalia, Sudán del Sur y Sudán se enfrentan a una grave escasez de alimentos y necesitan adoptar medidas de respuesta de emergencia.
El secretario ejecutivo del bloque de África Oriental, Workneh Gebeyehu, dijo que las tasas de hambre en la región están en niveles récord, debido a las condiciones climáticas extremas, los desastres naturales, los conflictos de seguridad y las crisis económicas.
Por lo tanto, el Sr. Gebeyehu pidió iniciativas más audaces para crear resiliencia ante futuros desastres, como la transformación de los sistemas agrícolas para que sean más eficientes, inclusivos y sostenibles.
Se estima que más de 83.000 personas sufrirán una grave escasez de alimentos en las zonas afectadas por conflictos y sequías severas, particularmente en Somalia y Sudán del Sur, según el informe.
El informe señaló que si bien las lluvias de marzo a mayo de 2023 alivian parcialmente la sequía más grave en el Cuerno de África en más de cuatro décadas, la región seguirá lidiando con las consecuencias de este desastre en el futuro.
Los expertos dicen que con esta devastadora sequía de tres años, restaurar los medios de vida rurales y la agricultura llevará mucho tiempo. Por lo tanto, es necesario mantener la asistencia humanitaria hasta que los hogares y las comunidades puedan recuperarse.
En Sudán, el impacto del conflicto actual erosionará rápidamente la seguridad alimentaria y nutricional en la capital, Jartum, y en la región de Darfur, las dos zonas más afectadas.
A mediados de mayo, más de un millón de sudaneses habían huido de sus hogares, incluidos 843.000 desplazados internos y más de 250.000 que huían a países vecinos.
El informe debería servir como una llamada de atención para promover respuestas colectivas a la inseguridad alimentaria, afirmó Chimimba David Phiri, coordinador subregional de África Oriental de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura.
En un acontecimiento relacionado, el 14 de junio, el presidente ruso, Vladimir Putin, mantuvo una conversación telefónica con el presidente interino de Mali, Assimi Goita, para discutir el suministro de fertilizantes, trigo y combustible.
El llamado se produjo después de que Putin dijera que Rusia estaba considerando retirarse de un acuerdo de granos del Mar Negro negociado por las Naciones Unidas, en parte destinado a aliviar las crisis alimentarias en los países en desarrollo.
Un día antes, Putin dijo que discutiría el futuro del acuerdo de granos con varios líderes africanos que se espera visiten Rusia pronto, y afirmó que Moscú estaba listo para proporcionar granos gratis a los países pobres de todo el mundo.
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