El Estado Islámico (EI) se atribuyó la responsabilidad de un atentado que mató al menos a cuatro personas e hirió a 50 en Filipinas el 3 de diciembre, informó Reuters.
El ataque se llevó a cabo en un gimnasio de la Universidad de Mindanao, en la ciudad sureña de Marawi. La zona estuvo asediada por militantes islamistas durante cinco meses en 2017.
Escena del atentado del 3 de diciembre
En respuesta a la declaración del EI, el presidente filipino, Ferdinand Marcos Jr., condenó "los actos más insensatos y atroces cometidos por terroristas extranjeros". La policía y el ejército están reforzando la seguridad en el sur del país y alrededor de la capital, Manila.
En una conferencia de prensa celebrada el 3 de diciembre, el secretario de Defensa de Filipinas, Gilberto Teodoro, afirmó que las operaciones policiales para llevar ante la justicia a los autores de "actividades terroristas" "continuarán sin cesar".
El señor Teodoro dijo que había "claros indicios de un elemento extranjero" en el atentado, pero se negó a proporcionar detalles para no afectar la investigación en curso.
Según el comandante de las Fuerzas Armadas de Filipinas, Romeo Brawner, el atentado en Marawi fue un ataque de represalia, ya que ocurrió después de una serie de operaciones militares llevadas a cabo por el gobierno contra grupos armados que apoyan al EI, informó Benar News .
La Universidad de Mindanao dijo en una publicación de Facebook que estaba “profundamente entristecida y consternada por la violencia” y “condena enérgicamente este acto insensato y horrible”. Las clases en la escuela han sido suspendidas hasta nuevo aviso.
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