Ministros y funcionarios económicos y financieros de los países del G7 posan para una foto en una conferencia en Japón el 12 de mayo.
El 13 de mayo, Reuters citó a un funcionario estadounidense diciendo que los líderes del G7 planean discutir las preocupaciones sobre la "coerción económica" de China en sus tratos con otros países.
Se espera que éste sea uno de los contenidos de la declaración conjunta que se emita tras la cumbre del 19 al 21 de mayo en la ciudad de Hiroshima (Japón). También habrá una propuesta sobre cómo las siete economías pueden abordar conjuntamente la "coerción económica" de cualquier país.
El G7 incluye a Gran Bretaña, Canadá, Alemania, Estados Unidos, Japón, Francia e Italia.
Se espera que el comunicado principal del G7 incluya "una sección específica sobre China" con una lista de preocupaciones que incluye "la coerción económica y otros comportamientos que hemos visto específicamente" en ese país, dijo el funcionario.
Un comunicado sobre seguridad económica abordará además las herramientas para contrarrestar “cualquier intento de coerción económica por parte de cualquier Estado responsable”, incluidas la planificación y la coordinación. Se espera que ambos comunicados sean más profundos que los comunicados anteriores del G7.
Pekín no ha hecho comentarios sobre la información mencionada. El mes pasado, China dijo que una declaración de los ministros de Asuntos Exteriores del G7 que tocaba temas similares estaba "llena de arrogancia y parcialidad contra China" y presentó una queja ante el presidente rotatorio del G7 de este año, Japón.
Bajo la presidencia de Donald Trump, las declaraciones del G7 a menudo solo mencionaban superficialmente cuestiones relacionadas con China. La administración del presidente Joe Biden ha presionado para que se realicen declaraciones más directas.
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La declaración conjunta que emiten todos los líderes del G7 cada año tiene como objetivo demostrar que los miembros están unidos en una variedad de cuestiones políticas y económicas. Se espera que los miembros del G7 planteen la posibilidad de una mayor cooperación con China en áreas como el clima.
“No apoyamos la disociación de las economías de Estados Unidos y China, apoyamos la reducción de riesgos y la diversificación. Ese principio es muy coherente”, afirmó el funcionario estadounidense.
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