Un niño de cinco años en Ciudad Ho Chi Minh se encuentra en estado crítico tras introducirse un lápiz en el ano. Foto: Proporcionada por el hospital.
El 20 de marzo, el Hospital de la ciudad de Thu Duc (HCMC) informó que un niño de 5 años fue ingresado en la sala de emergencias después de insertarse un lápiz de unos 8 a 10 centímetros de largo en el ano. El hecho ocurrió al mediodía cuando la madre de la bebé se encontraba realizando tareas domésticas y escuchó a su hija quejarse de dolor por lo que la llevó al hospital.
Tras recibir al bebé, los médicos determinaron que había un objeto extraño en el ano del bebé pero que no había causado ningún daño grave.
A las 17:30 horas de ese mismo día, el bebé fue llevado al quirófano y se le aplicó anestesia endotraqueal.
Durante el procedimiento, el médico descubrió la punta de un lápiz que sobresalía del ano y extrajo el objeto extraño.
Afortunadamente, el examen de la mucosa anal y rectal no reveló lesiones significativas.
Después de un día de seguimiento, la ecografía abdominal y la radiografía de abdomen en bipedestación no mostraron anormalidades, el bebé se encontraba estable y fue dado de alta del hospital.
El Dr. Huynh Tan Dat, del Departamento de Cirugía General del Hospital de la ciudad de Thu Duc, compartió que este no es un caso raro. Los niños pequeños, especialmente los niños en edad preescolar, tienden a ser curiosos y aún no son conscientes de los peligros que supone introducir objetos extraños en sus cuerpos.
Casos como tragar monedas o introducir objetos extraños en la nariz, los oídos o el ano suponen graves riesgos, pueden producir obstrucciones, infecciones e incluso poner en peligro la vida.
El Doctor Dat recomienda que para evitar accidentes desafortunados como el mencionado, los padres deben tomar algunas medidas importantes observando siempre a sus hijos.
Los niños son muy activos y propensos a comportamientos peligrosos cuando no están supervisados por adultos. Los objetos pequeños, afilados y peligrosos deben mantenerse fuera del alcance de los niños.
Especialmente los artículos como lápices, pilas, botones, canicas, clips, etc., deben almacenarse con cuidado para evitar que los niños jueguen con ellos y se los metan en el cuerpo; Educar a los niños sobre los riesgos de introducir objetos extraños en sus cuerpos.
Los padres deben explicarles con delicadeza a sus hijos para ayudarlos a comprender las consecuencias de esta acción, aumentando así la conciencia y limitando los riesgos, y manejando rápidamente los incidentes cuando ocurran.
Si detecta signos de dolor en su hijo o confiesa que ha introducido un objeto extraño en su cuerpo, los padres deben llevar rápidamente al niño al centro médico más cercano para que lo examinen y le realicen la intervención adecuada.
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