Según Reuters, el apoyo de Estados Unidos a Israel para evitar con éxito el ataque con misiles y aviones no tripulados de Irán el 13 de abril demuestra que Estados Unidos está bien preparado militarmente mientras Irán e Israel pasan de una guerra en la sombra a una confrontación directa.
No estamos preparados para el gran conflicto
Sin embargo, los observadores dicen que las fuerzas estadounidenses no están preparadas para un conflicto importante y prolongado en Medio Oriente y que el Departamento de Defensa de Estados Unidos podría tener que reconsiderar sus suposiciones sobre las necesidades militares en la región si la crisis se profundiza. Michael Mulroy, ex subsecretario adjunto de Defensa para Medio Oriente durante la administración del presidente Donald Trump, dijo que Estados Unidos no tiene fuerzas suficientes para apoyar a Israel si estalla una guerra directa entre ese país e Irán. Desde que la ofensiva de Hamás contra Israel provocó un conflicto en la Franja de Gaza, Estados Unidos ha enviado miles de tropas a una región en la que su presencia ha disminuido durante años.
La estrategia estadounidense de depender de refuerzos podría verse a prueba si Irán e Israel rompen su tabú y se atacan militarmente abiertamente. “Esto significa que EE.UU. debe repensar la idea de las capacidades militares necesarias que Washington debe mantener en la región”, subrayó el general Joseph Votel, quien una vez comandó el ejército estadounidense en Medio Oriente.
Falta de personal
Muchos ex funcionarios estadounidenses comparten la misma opinión de que Estados Unidos ayudó a Israel a prevenir con éxito el ataque de Irán gracias al apoyo de la inteligencia estadounidense, que ayudó al Departamento de Defensa de Estados Unidos a predecir el momento y el objetivo del ataque de Teherán.
El general Michael “Erik” Kurilla, jefe del Comando Central de Estados Unidos, dijo a los legisladores estadounidenses el mes pasado que había solicitado que se enviaran más tropas a Medio Oriente, algo que el gabinete del presidente Joe Biden ha considerado una prioridad menor que otros desafíos.
En una declaración escrita al Comité de Servicios Armados de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, el general Kurilla dijo que la falta de personal de inteligencia ha creado muchas lagunas a la hora de detectar y desbaratar los complots de organizaciones extremistas. Los comentarios del general Kurilla se reflejaron en cierta medida en la guerra en la Franja de Gaza, cuando la falta de inteligencia sobre el arsenal hutí en Yemen dificultó los ataques a los depósitos de misiles y aviones no tripulados hutíes.
Sin embargo, enviar más tropas a Medio Oriente y fortalecer las instalaciones de inteligencia a largo plazo será difícil porque el ejército estadounidense está distribuido por Europa y Asia también es un foco de atención. Un funcionario estadounidense anónimo dijo que no estaba claro si Washington estaba listo para retirar fuerzas de Asia o Europa si las tensiones en el Medio Oriente continuaban aumentando. La última vez que Estados Unidos desplegó miles de tropas en Medio Oriente fue bajo el mandato del presidente Donald Trump.
Los recientes ataques ojo por ojo entre Irán e Israel han suscitado temores de una guerra regional que Washington está tratando de evitar. Irán no parece querer una guerra a gran escala con Israel, según funcionarios estadounidenses, y su última acción minimizó la importancia del ataque en la provincia central iraní de Isfahán el 19 de abril.
PERLA
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