¿Son más inteligentes los niños que van a la escuela o los que van al mercado?

Báo Tuổi TrẻBáo Tuổi Trẻ13/02/2025

Un grupo de científicos realizó recientemente un estudio comparando la inteligencia académica y la inteligencia callejera.


Trẻ ở chợ hay trẻ ở trường thông minh hơn? Nghiên cứu mới về trí thông minh đường phố - Ảnh 1.

Los niños que comercian en los mercados indios suelen demostrar "inteligencia callejera" - Foto: HUMANIUM

Una nueva investigación realizada por investigadores del MIT (EE.UU.) y la India, publicada en la revista Nature, ha planteado una pregunta importante: ¿el conocimiento matemático que se enseña en la escuela realmente ayuda a los niños a ser más inteligentes cuando se aplica a situaciones de la vida real?

Inteligencia escolar y inteligencia callejera, ¿quién es mejor?

El estudio se realizó en India, donde los científicos compararon las habilidades matemáticas entre dos grupos de niños: un grupo que estudió en un entorno educativo formal y otro grupo que trabajaba en mercados.

En los mercados de la India, los niños suelen realizar cálculos complejos mientras tratan con los clientes. Sin embargo, cuando se les pidió que resolvieran problemas similares en un formato abstracto como en los libros de texto, tuvieron dificultades significativas.

El estudio encuestó a un grupo grande de niños en la India urbana, incluidos aquellos que iban a la escuela y trabajaban en el mercado. Estos niños están expuestos a las matemáticas tanto en el aula como en su trabajo diario.

Los resultados mostraron que los niños que vendían productos podían calcular el monto a pagar y el cambio con gran precisión (más del 95 % de aciertos después de dos intentos). En particular, la mayoría de los niños hacen estos cálculos mentalmente sin necesidad de papel, bolígrafo o calculadora.

Sin embargo, cuando se enfrentaron a problemas académicos, este grupo de niños tuvo una baja tasa de respuestas correctas. Sólo el 32% podía dividir un número de tres dígitos por un número de un dígito, mientras que el 54% podía restar dos números de dos dígitos.

Este resultado no es muy diferente del de los niños de las zonas rurales de Bengala Occidental, donde sólo el 29% de los estudiantes de quinto grado pudieron hacer la misma división.

Mientras tanto, otro grupo de estudiantes, sin experiencia empresarial pero con formación formal, tenía el patrón opuesto. Pueden resolver mejor problemas abstractos pero tienen dificultades en situaciones del mundo real.

En un experimento de simulación, a este grupo de estudiantes se le pidió que realizara una transacción de venta en un mercado simulado. Sólo alrededor del 60% calculó la cantidad correcta a pagar, aun cuando se les permitió utilizar lápiz y papel. Mientras tanto, casi el 100% de los vendedores reales pueden resolver este problema sin ninguna herramienta de apoyo.

Un punto destacable es que los estudiantes escolares confían demasiado en métodos de cálculo escritos a mano ineficientes. Al realizar ejercicios, los estudiantes a menudo dedican mucho tiempo, toman notas redundantes y no pueden combinar muchos cálculos de forma flexible.

Según los expertos, esto demuestra que, aunque se sea bueno en matemáticas en los libros, estas habilidades no son realmente útiles cuando se aplican en la vida cotidiana.

Necesidad de mejorar el programa educativo

Los investigadores sostienen que las matemáticas escolares están diseñadas para dotar a los niños de las habilidades necesarias para la vida cotidiana y sentar las bases para niveles superiores de educación. Sin embargo, la realidad es que la educación formal no siempre logra ambos objetivos.

El grupo cita otro estudio en India que encontró que para 2023, solo la mitad de los estudiantes de 11º y 12º grado (de 16 a 18 años) podrían dividir un número de tres dígitos por un número de un dígito.

Además, una encuesta reciente descubrió que sólo el 50% de los estudiantes de 11º y 12º grado en la India podían calcular la cantidad de tabletas purificadoras de agua necesarias para una olla grande, a pesar de que se les dieron cifras para una olla más pequeña. Sorprendentemente, el 35% de los estudiantes que podían resolver un problema de división abstracto no podían resolver este problema del mundo real.

Esta investigación contribuye al debate de larga data sobre la diferencia entre “inteligencia escolar” e “inteligencia callejera”. Aunque la educación formal se centra en fórmulas y métodos estandarizados de resolución de problemas, resulta que los niños que trabajan en los mercados son pensadores más flexibles y saben cómo aplicar las matemáticas a situaciones específicas.

Por lo tanto, es necesario mejorar la educación para reducir la brecha entre las matemáticas teóricas y las matemáticas prácticas. Los estudiantes no sólo necesitan dominar fórmulas y métodos de cálculo, sino que también necesitan recibir formación para aplicarlos de forma flexible a situaciones de la vida real.

Algunas sugerencias incluyen la integración de las matemáticas del mundo real en el currículo, donde los problemas deberían construirse en torno a situaciones de la vida real, en lugar de centrarse únicamente en números secos.

Además, es necesario crear un entorno de aprendizaje cercano a la realidad. Actividades como simulaciones comerciales, gestión de finanzas personales o uso de matemáticas en el trabajo diario pueden ayudar a los estudiantes a practicar habilidades aplicadas.

Por último, fomente el pensamiento flexible al aprender matemáticas. En concreto, es necesario entrenar a los estudiantes en el cálculo mental y utilizar métodos de pensamiento rápido en lugar de limitarse a memorizar fórmulas.



Fuente: https://tuoitre.vn/tre-o-truong-hay-tre-o-cho-thong-minh-hon-20250211082254788.htm

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