Las tropas estadounidenses en Irak y Siria han sido atacadas por grupos militantes unas 150 veces desde que comenzó la guerra entre Israel y Gaza en octubre, lo que presiona al presidente Joe Biden para que responda militarmente, a pesar de la sensibilidad política de la situación en Bagdad.
Soldados del ejército estadounidense en Bagdad, Irak. Foto: Getty
El sábado pasado, cuatro militares estadounidenses sufrieron lesiones cerebrales traumáticas después de que la base aérea iraquí de Ain al-Asad fuera alcanzada por múltiples misiles balísticos y cohetes disparados por militantes.
“Las fuerzas militares estadounidenses llevaron a cabo ataques necesarios y proporcionados contra tres instalaciones utilizadas por el grupo de milicianos Kataib Hezbollah... en Irak”, dijo el secretario de Defensa de Estados Unidos, Lloyd Austin, en un comunicado.
“Estos ataques de precisión fueron una respuesta directa a una serie creciente de ataques contra el personal estadounidense y de la Coalición en Irak y Siria”, añadió Austin.
El Comando Central de Estados Unidos, que realiza operaciones en Medio Oriente, dijo que los ataques tuvieron como objetivo la sede de Kataib Hezbollah y sus sitios de almacenamiento y entrenamiento de misiles y drones.
En Irak, una fuente médica y una fuente rebelde dijeron que los ataques aéreos estadounidenses mataron al menos a dos rebeldes e hirieron a otros cuatro.
El portavoz militar de Kataib Hezbollah, Jaafar al-Husseini, dijo en una publicación en X que el grupo continuaría atacando “bases enemigas” hasta que termine el asedio israelí a Gaza, y acusó a Estados Unidos de apoyar la campaña de Israel.
Los ataques contra Estados Unidos fueron vistos como una represalia por su apoyo a Israel en su lucha contra el grupo militante Hamás. La guerra en Gaza se ha intensificado, con las fuerzas estadounidenses atacando objetivos hutíes, el grupo rebelde que ha lanzado ataques contra barcos en el Mar Rojo.
Estados Unidos tiene 900 soldados en Siria y 2.500 en Irak, asesorando y ayudando a las fuerzas locales a detener el ascenso del Estado Islámico, que se apoderó de grandes partes de ambos países en 2014 antes de ser derrotado.
Mai Anh (según Reuters)
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