Los combates también han provocado brotes de enfermedades y un aumento de la desnutrición, según el portavoz de la agencia de la ONU para los refugiados (ACNUR), William Spindler. Desde mediados de mayo hasta mediados de julio, el ACNUR registró más de 300 muertes por sarampión y desnutrición, la mayoría en niños menores de cinco años.
El humo se eleva en Jartum, Sudán, el 8 de junio de 2023, mientras continúan los combates entre el ejército sudanés y las Fuerzas de Apoyo Rápido paramilitares. Foto: AP
Sus comentarios se produjeron mientras los enfrentamientos entre el ejército sudanés y las fuerzas paramilitares RSF se intensificaban en la parte oriental de la capital, Jartum, y en la cercana ciudad de Omdurman.
Sudán se sumió en el caos en abril cuando las tensiones latentes entre el ejército dirigido por el general Abdel Fattah Burhan y las Fuerzas paramilitares de Apoyo Rápido comandadas por el general Mohammed Hamdan Dagalo estallaron en feroces combates en Jartum y otras ciudades.
El martes, Nabil Abdallah, portavoz jefe del ejército, dijo que las fuerzas del ejército habían matado y herido a cientos de combatientes de las RSF en operaciones en curso en Omdurman.
RSF no reconoce esas bajas y en cambio dice que sus combatientes mataron a decenas de soldados del ejército en batallas callejeras.
Fuerzas rivales han ordenado a los civiles que evacuen el distrito ribereño de Abu Zouf en Omdurman debido a la intensificación de los combates, según los Comités de Resistencia Sudaneses, una red prodemocracia.
El Hospital Al-Nou de Omdurman, donde están siendo tratados muchos de los heridos, carece de cirujanos, suministros de sangre y tanques de oxígeno, dijo el martes la Asociación de Médicos Sudaneses.
En junio, las autoridades sudanesas dijeron que más de 3.000 personas habían muerto en el conflicto en Sudán hasta el momento, pero no han publicado ningún dato desde entonces. Los activistas y los médicos dicen que el número real de muertos podría ser mucho mayor.
Los combates han convertido Jartum en un campo de batalla urbano, donde muchos residentes viven sin agua ni electricidad. En la región occidental de Darfur, los combates se han convertido en violencia étnica, con las RSF y las milicias árabes aliadas atacando a las comunidades étnicas africanas.
Amnistía Internacional ha acusado a ambos bandos de crímenes de guerra y el fiscal de la Corte Penal Internacional anunció el mes pasado una investigación sobre crímenes de guerra y crímenes contra la humanidad en los últimos combates en Darfur.
Con la temporada de lluvias en marcha en Sudán, ACNUR predice que los brotes de cólera y malaria aumentarán en los próximos meses. El otoño pasado, las inundaciones mataron a muchas personas en todo el país.
Mai Van (según AP)
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