(NB&CL) El orden geopolítico global está experimentando cambios profundos con el surgimiento de nuevos grupos de fuerzas, capaces de cambiar el equilibrio de poder. En ese contexto, la victoria de Donald Trump en las elecciones presidenciales estadounidenses de 2024 generará ajustes en la política exterior estadounidense, que afectarán al resto del mundo.
Occidente podría enfrentarse a una división
Muchas opiniones dicen que el presidente Donald Trump cambiará drásticamente la política exterior de Estados Unidos en su nuevo mandato. Trump ha dicho que no defenderá a un país de la OTAN si no gasta suficiente dinero en defensa colectiva.
Incluso se ha especulado con la posibilidad de que Trump se retire de la OTAN, aunque el precio de abandonar a un aliado tradicional sería enorme. Durante los últimos 80 años, Estados Unidos ha actuado como una superpotencia global para defender a Occidente y sus valores compartidos de libertad política y económica. Los diplomáticos temen que un retroceso en el enfoque tradicional pueda crear un “vacío” para que los competidores estadounidenses, como Rusia y China, sigan expandiendo su influencia, especialmente en áreas de competencia geopolítica estratégica. La elección del senador de Ohio JD Vance por parte de Trump como su compañero de fórmula aumenta aún más esas preocupaciones, ya que Vance ha sido uno de los críticos más activos del aumento de la ayuda de Washington a Ucrania.
La Unión Europea también debería prepararse para un mayor deterioro de las relaciones comerciales con Estados Unidos. En una entrevista en julio, Trump acusó una vez más a los europeos de tratar injustamente a Estados Unidos. Estos aspectos, junto con la cuestión de las contribuciones de los estados miembros de la OTAN al presupuesto nacional, seguirán profundizando los desacuerdos entre Estados Unidos y sus aliados europeos.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump. Ilustración: Socialeurope
El trípode Estados Unidos-Rusia-China
En las relaciones con Rusia, es probable que la administración Trump reanude los canales de comunicación con Rusia, no sólo sobre la cuestión de Ucrania, sino también para resolver los conflictos y desacuerdos entre los dos países. Sin embargo, según el Dr. Ivan Timofeev, Director General del Consejo Ruso de Asuntos Internacionales (RIAC), la relación entre Estados Unidos y Rusia está determinada por factores estructurales, no por el papel personal del presidente estadounidense.
Por lo tanto, la frialdad en las relaciones entre ambos países se produjo durante el mandato del presidente Joe Biden y probablemente se mantendrá durante el mandato del presidente Donald Trump. El Sr. Trump presionará más activamente para que Estados Unidos pueda controlar y dominar el mercado europeo, especialmente en el contexto de que la Unión Europea (UE) y Rusia continúan con la guerra de embargo, esta tendencia del Sr. Trump se está volviendo cada vez más realista.
Durante su mandato, de 2016 a 2020, Donald Trump se mostró partidario de una política de creciente contención de China. La retórica anti-China de Trump está acompañada de medidas restrictivas muy específicas. Durante el mandato de Joe Biden, la política estadounidense contra China ha sido algo más moderada, pero la competencia básica entre ambos países sigue manteniéndose. Sin embargo, el regreso de Trump significa que la actitud de Estados Unidos hacia Beijing será más agresiva y asertiva, lo que genera el riesgo de una feroz guerra comercial entre las dos potencias.
En resumen, en la “era Trump 2.0”, es probable que el enfoque de Estados Unidos hacia Rusia y Ucrania se ajuste en comparación con la administración anterior; Porque desde un punto de vista personal, el señor Trump no considera a Rusia un oponente. Además, el señor Trump tampoco quiere un escenario en el que Rusia y China se acerquen más, creando un mayor contrapeso para Estados Unidos y sus aliados. Por lo tanto, es probable que la política de Trump provoque ciertos obstáculos en las relaciones entre Rusia y China, creando un trípode “tanto cooperativo como defensivo” entre las tres potencias.
El trípode Estados Unidos-China-Rusia. Foto de la ilustración: Reuters
Oriente Medio sigue siendo un foco de tensión
Los analistas dicen que el apoyo de la administración Trump a Israel en los próximos cuatro años difícilmente será de la misma escala que durante su primer mandato. Hay una serie de factores que hacen que la situación actual en Medio Oriente sea mucho más complicada y obligan a Washington a ser más reflexivo que antes a la hora de abordar sus objetivos políticos en la región.
En la cuestión nuclear de Irán, la victoria de Donald Trump probablemente generará una mayor presión debido a la postura más dura del Partido Republicano sobre las relaciones con la República Islámica. Para Teherán, una victoria republicana podría traer una nueva ola de sanciones. Es posible que surjan nuevas órdenes ejecutivas que endurezcan los regímenes de sanciones y aprueben nuevas leyes sobre medidas restrictivas contra Irán, lo que haría que Oriente Medio siga siendo un foco de tensión en el mundo .
Enfoque estratégico en el Indo-Pacífico
Los analistas creen que en el próximo tiempo, EE.UU. intensificará sus actividades estratégicas en el Indo-Pacífico, centrándose en competir por la influencia con China en cuestiones comerciales, tecnológicas y geopolíticas, como la cuestión nuclear en la península de Corea o las tensiones en el estrecho de Taiwán; Al mismo tiempo, fortalecer la cooperación con aliados y socios tradicionales como Japón, Corea del Sur, Filipinas, India, Australia, etc.
En particular, la ASEAN seguirá desempeñando un papel importante en la estrategia indopacífica de la administración Trump. De hecho, durante el primer mandato del presidente Trump, la cooperación entre Estados Unidos y la ASEAN se ha desarrollado fuertemente. En términos económicos, Estados Unidos es actualmente el mayor inversor extranjero directo en la ASEAN, y el comercio total entre ambas partes alcanzará los 500.000 millones de dólares en 2023. Desde 2002, Estados Unidos ha proporcionado más de 14.700 millones de dólares en asistencia económica, sanitaria y de seguridad a los países de la región, lo que reafirma su papel indispensable en el desarrollo integral de la ASEAN. La cooperación en materia de seguridad y defensa entre Estados Unidos y los países de la región también se ha fortalecido en los últimos tiempos.
Sin embargo, el escenario de que Trump gane las elecciones también podría provocar que los países de la ASEAN cambien mucho su enfoque. El problema más inminente es que ya se espera que un segundo mandato de Trump venga acompañado de grandes aumentos arancelarios (que incluso crearán tensiones comerciales globales), lo que tendrá un impacto importante en las redes de producción de toda Asia, especialmente en el Sudeste Asiático. Esto requiere que los países de la región realicen ajustes estratégicos apropiados para garantizar los intereses nacionales en el nuevo contexto.
Ha Anh
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Fuente: https://www.congluan.vn/ky-nguyen-trump-20-va-nhung-tac-dong-den-trat-tu-the-gioi-moi-post331234.html
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