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Desde los brillantes comienzos en los años 90 con el surgimiento de las ligas profesionales, hasta el sueño alimentado por el presidente Xi Jinping de que un día China se convirtiera en una potencia del fútbol, todo se ha derrumbado ahora en la decepción. Un viaje desde las alturas de la esperanza a las profundidades de la desesperación y las profundas razones detrás de este fracaso total.
La fatídica derrota
El 5 de septiembre de 2024, en Saitama, la selección china sufrió la derrota más dolorosa en la historia de la participación en las eliminatorias del Mundial de 2026. El partido entre China y Japón finalizó con un marcador de 7-0, un resultado que avergonzó a todos los aficionados chinos.
A falta de un minuto para el final del partido y con China perdiendo 6-0, sus defensores debían estar esperando que sonara el pitido final, pero Takefusa Kubo, el jugador apodado el “Messi japonés”, tenía otras ideas. Recibió el balón fuera del área y soltó un potente disparo, enviando el balón al techo de la red, elevando el marcador a 7-0, un golpe para los corazones de los amantes del fútbol chino. Esta es la derrota más dura que ha sufrido la selección china en la historia de la clasificación para el Mundial, una mancha inolvidable.
Pero esta derrota no es lo único que ha dejado al fútbol chino en un punto muerto. Antes de eso, China había sufrido una serie de derrotas desastrosas a lo largo del año, desde pérdidas ante Omán y Uzbekistán hasta Hong Kong. Poco después de esta derrota, una importante investigación sobre corrupción y amaño de partidos en el fútbol chino hizo que numerosos jugadores, entrenadores y directivos se enfrentaran a graves cargos.
Cuando el presidente Xi Jinping asumió el poder en 2012, el fútbol chino tuvo un comienzo prometedor. Xi Jinping, un entusiasta del fútbol, se ha fijado tres objetivos principales: China debe participar en el Mundial, organizar el torneo y, finalmente, ganar el Mundial. Éstos son los “tres deseos” que espera se hagan realidad en un futuro próximo.
Con una economía fuerte y la población más grande del mundo, muchos creen que China podría convertirse en una potencia del fútbol. Pero más de una década después, ese sueño parece cada vez más lejano.
En 2023, los fanáticos transmitieron la historia de la "suerte" de China cuando venció a Tailandia en un partido reciente. La declaración es una admisión de que el sueño futbolístico de China ya no tiene el brillo que tenía antes.
El sistema de fútbol chino: una pirámide invertida
¿Cuál es entonces la razón por la que el fútbol chino fracasó tan miserablemente? La respuesta la encontramos en la forma en que se gestiona el fútbol en este país.
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Hay pocas alegrías para la selección china de fútbol. |
A China no le falta dinero ni recursos para desarrollar el fútbol, pero sí le falta un sistema de fútbol sostenible. Mientras que las principales naciones futbolísticas del mundo desarrollan el fútbol desde cero, con clubes de base, semiprofesionales y amateurs, el fútbol chino construye un modelo completamente diferente: una pirámide invertida.
China construye grandes clubes en las ciudades, pero descuida el desarrollo del fútbol comunitario. El número de futbolistas en China ni siquiera puede compararse con el de otros países. Mientras que Inglaterra tiene 1,3 millones de jugadores registrados, China tiene poco menos de 100.000.
Por lo tanto, el sistema de fútbol chino no puede desarrollarse con fuerza porque carece de una base sólida. Los jugadores no son entrenados desde pequeños y carecen de un entorno de juego natural como en otros países. Esto provoca que los jugadores chinos no puedan desarrollar habilidades futbolísticas necesarias, como la “conciencia futbolística” y la creatividad en situaciones importantes.
Aunque el fútbol masculino chino ha fracasado, el fútbol femenino sigue siendo el orgullo del país. La selección femenina china siempre ha sido considerada por los aficionados como el verdadero equipo nacional. Participan regularmente en torneos importantes y siempre reciben un cariño especial de la gente. Incluso en la derrota por 1-6 ante Inglaterra en el Mundial de 2023, 53 millones de personas vieron el partido. Sin embargo, cuando se trata del fútbol masculino, la situación es completamente diferente.
A principios del siglo XXI, la Superliga china atrajo la atención de la comunidad futbolística internacional gracias a su gran audiencia y a sus famosas estrellas extranjeras. Sin embargo, el auge de este torneo fue sólo temporal. Tras la pandemia de Covid-19 y la prolongada crisis económica, más de 40 clubes de fútbol profesional tuvieron que cerrar. Las corporaciones estatales recortaron el capital de inversión y las empresas privadas ya no están interesadas en invertir dinero en el fútbol.
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El fútbol chino todavía lucha por encontrar una salida. |
Guangzhou Evergrande, otrora un ícono del fútbol chino, tampoco logró mantener su éxito. A pesar de estar patrocinado por el Grupo Evergrande, el equipo enfrentó importantes dificultades financieras cuando su empresa matriz quebró, convirtiéndose en uno de los símbolos de la crisis inmobiliaria de China.
Otros problemas
Además de los factores sistémicos y de inversión, otro factor importante que conduce al fracaso del fútbol chino es la corrupción. El fútbol chino no está exento de historias de corrupción. El ex entrenador del equipo masculino, Li Tie, admitió en un documental que arregló partidos y pagó sobornos para convertirse en entrenador. Esta película conmocionó a la opinión pública, cuando una serie de dirigentes del fútbol fueron expuestos con graves hechos de corrupción.
Esto explica en parte por qué el fútbol chino no puede desarrollarse a pesar de tener todos los recursos para hacerlo. La corrupción no sólo arruina el fútbol, sino que también socava gravemente la confianza de los aficionados en el sistema.
El sueño del fútbol chino estuvo nutrido en su momento por un sistema fuerte, pero acabó destruido por la corrupción, la falta de disciplina y un sistema al revés. Aunque China puede convertirse en una potencia en muchos campos, el fútbol sigue siendo un sueño que nunca se ha hecho realidad.
Con el fracaso en las eliminatorias del Mundial de 2026, la esperanza de una generación dorada del fútbol chino parece cada vez más lejana. A diferencia de la prosperidad de Japón, el equipo chino todavía se enfrenta a innumerables dificultades. Los fanáticos chinos quizá tengan que seguir esperando, pero ¿se harán realidad alguna vez sus sueños futbolísticos? Sólo el tiempo lo dirá.
Fuente: https://znews.vn/giac-mo-bong-da-trung-quoc-tan-vo-post1541194.html
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