La Resolución No. 57 del Politburó señaló una serie de deficiencias, obstáculos y desafíos en este campo tales como: la investigación, la aplicación de la ciencia, la tecnología, la innovación no han tenido avances, no se han dominado las tecnologías estratégicas, las tecnologías centrales; Las instituciones, mecanismos y políticas jurídicas no satisfacen los requisitos; falta de recursos humanos de alta calidad; La infraestructura no sincronizada, especialmente la digital, todavía tiene muchas limitaciones; La seguridad, la seguridad de la información y la protección de datos aún tienen muchos desafíos...
Para superar estas deficiencias, la Asamblea Nacional emitió la Resolución No. 193 sobre la puesta a prueba de una serie de mecanismos y políticas especiales para crear avances en ciencia, tecnología, innovación y transformación digital nacional, lo que permitió la implementación de muchos mecanismos innovadores, pero no los suficientes. La presentación a la Asamblea Nacional para su promulgación de la Ley de Ciencia, Tecnología e Innovación es por tanto no sólo el siguiente paso en una serie de acciones drásticas por parte de la Asamblea Nacional y el Gobierno para implementar lo exigido en la Resolución No. 57 “ las instituciones son un prerrequisito, necesitan perfeccionarse e ir un paso adelante” sino también un requisito estratégico para la innovación en el pensamiento del desarrollo nacional.
En las últimas semanas, el vicepresidente de la Asamblea Nacional, Le Minh Hoan, y el Comité Permanente del Comité de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente han celebrado continuamente reuniones con los principales institutos de investigación, universidades y agencias pertinentes para escuchar las opiniones de expertos y científicos, y prepararse cuidadosamente para la revisión y presentación a la Asamblea Nacional del proyecto de Ley de Ciencia, Tecnología e Innovación. Este enfoque sigue demostrando el espíritu de innovación del pensamiento legislativo de la Asamblea Nacional: las leyes deben nacer de la vida, ser para la vida y servir a la vida, creando desarrollo. Esto es especialmente importante para la Ley de Ciencia, Tecnología e Innovación porque no es sólo una ley de un campo especializado sino también un marco institucional que refleja la visión estratégica del país en la era de la tecnología y el conocimiento.
Un requisito previo en el proceso de construcción de esta importante ley es superar la mentalidad de “administrativizar” la ciencia y la tecnología, y pasar decididamente a la mentalidad de creación institucional. En particular, debemos eliminar la mentalidad de "si no puedes gestionarlo, prohíbelo" o la gestión excesivamente cautelosa porque esto sin duda generará aprensión tanto en los científicos como en las empresas, obstaculizando así la innovación. Es necesario definir claramente el papel del Estado como "arquitecto jefe", desde la construcción de infraestructura de datos abiertos, instalaciones de investigación clave y centros de innovación, hasta la creación de un entorno jurídico flexible para modelos sandbox, nuevas empresas tecnológicas y asociaciones público-privadas...
Además de ello, deberían existir mecanismos fiscales y crediticios preferenciales, protección de la propiedad intelectual y reparto de riesgos para las empresas, especialmente las privadas que invierten en investigación y desarrollo de ciencia, tecnología e innovación. Existe un mecanismo financiero flexible, que combina el ordenamiento de las tareas públicas con un mecanismo de competencia justa. Existen regulaciones claras sobre el mecanismo de los fondos de capital de riesgo público-privado en el sector tecnológico, creando condiciones para que la investigación aplicada y las empresas emergentes innovadoras accedan al capital de manera rápida y efectiva. Éste es también el método que muchos países han implementado con éxito.
Por otra parte, debemos poner verdaderamente en posición central a los recursos humanos de alta calidad, especialmente al equipo de intelectuales científicos y tecnológicos. Esto no sólo se refleja en el tratamiento salarial, sino que, lo que es más importante, es necesario crear condiciones legales para los intelectuales científicos en lo que respecta a los derechos de propiedad intelectual y el derecho a comercializar la investigación. Al mismo tiempo, es necesario un mecanismo para atraer a expertos vietnamitas en el exterior y a extranjeros altamente calificados para trabajar en Vietnam, con un modelo de contrato flexible y transparente que sea adecuado a la realidad del mercado laboral de alta calidad.
Se espera que la próxima semana la Comisión Permanente de la Asamblea Nacional dé su opinión sobre el proyecto de Ley de Ciencia, Tecnología e Innovación. Sobre esa base, el proyecto de ley seguirá su proceso de perfeccionamiento para ser presentado a la Asamblea Nacional en la próxima Novena Sesión. Más que nunca, el espíritu revolucionario de la Resolución No. 57 y las dificultades y exigencias que surgen de la vida práctica deben ser estudiadas a fondo, evaluadas y expresadas profundamente en cada disposición específica del proyecto de ley. La Ley de Ciencia, Tecnología e Innovación debe ser realmente una palanca institucional para el desarrollo estratégico del país en la nueva era.
Fuente: https://daibieunhandan.vn/don-bay-the-che-post410062.html
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