La relación entre Estados Unidos y Japón, en perspectiva a las elecciones

Tokio está preparando un plan para mantener una trayectoria estable de las relaciones entre Estados Unidos y Japón en el contexto de los próximos resultados de las elecciones presidenciales estadounidenses.

Estados Unidos siempre ha considerado a Tokio un socio prioritario en Asia. Foto ilustrativa. (Fuente: Kyodo News)

El Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales (CSIS), un prestigioso instituto independiente de investigación de políticas estadounidenses, publicó recientemente un análisis y comentarios sobre los preparativos de Tokio antes de las elecciones estadounidenses.

En consecuencia, la alianza de seguridad entre Estados Unidos y Japón ha existido y se ha desarrollado fuertemente a lo largo de los años bajo diferentes administraciones. En medio de las preocupaciones de seguridad regional, Washington está intensificando la coordinación con Tokio para reforzar su disuasión contra Beijing.

Bajo la presidencia de Donald Trump, la Casa Blanca consideró a Tokio un socio prioritario en Asia y acordó promover una visión estratégica de una región Indo-Pacífica libre y abierta, manteniendo la seguridad, la estabilidad y la prosperidad en una de las regiones más dinámicas del mundo. Esta tendencia de cooperación se ha acelerado bajo el presidente Joe Biden y el primer ministro Kishida Fumio.

En ese contexto, según el análisis del CSIS, el País del Sol Naciente está preparando planes de respuesta ante escenarios de elecciones presidenciales en Estados Unidos. Si el candidato republicano Donald Trump regresa a la Casa Blanca, Tokio buscará mantener una postura unificada con Washington en su enfoque duro hacia China, mientras minimiza la política unilateralista de Trump hacia Corea del Norte y presiona a Pyongyang para que intensifique la cooperación.

Como principal socio comercial de Estados Unidos, la nación del este asiático se esforzará por mantener la inversión extranjera y fortalecer el papel de liderazgo de Washington en el sistema económico internacional ante la perspectiva de que Trump vuelva a imponer políticas de defensa comercial.

Además, es probable que la nueva administración del primer ministro Ishiba Shigeru modernice la industria de defensa nacional para reducir la dependencia de Estados Unidos, así como aliente a la Casa Blanca a fortalecer las alianzas con socios regionales, incluidos Australia y el grupo Quad.

Por el contrario, los expertos del CSIS creen que si Kamala Harris gana las elecciones, Tokio espera continuar con el impulso de las relaciones bilaterales, siguiendo de cerca el enfoque de la candidata demócrata hacia China, las políticas económicas y la construcción de asociaciones en la región del Indo-Pacífico.

Además, la administración de Ishiba Shigeru presionará a Harris para que implemente una política económica progresista, reduciendo las preocupaciones sobre el escenario de que Estados Unidos se retire del sistema multilateral de comercio, lo que obligaría a Japón y otros países a reconstruir nuevas reglas y estándares económicos sin el liderazgo de Washington.

Independientemente de quién gane en noviembre, Japón seguirá siendo un socio indispensable de Estados Unidos en la región del Indo-Pacífico. Ningún aliado de Washington tiene la capacidad de moldear el orden regional basado en reglas con tanta fuerza como Tokio.

Por lo tanto, la Casa Blanca necesita fortalecer las relaciones con los países del este asiático y países afines, a fin de mantener el papel central de la red de la alianza liderada por Estados Unidos para garantizar la paz y la prosperidad regionales.

Sobre esa base, según el CSIS, el próximo presidente de Estados Unidos puede considerar algunas de las siguientes sugerencias políticas:

Una de ellas es mejorar las capacidades de coordinación de la alianza. Durante la visita del primer ministro Kishida Fumio a Washington en abril de 2024, Estados Unidos y Japón acordaron comprometerse a modernizar la estructura de mando de la alianza, ayudando a mejorar la capacidad de los dos ejércitos para coordinarse en caso de emergencia. El nuevo presidente estadounidense debería tratar de reforzar el mecanismo pidiendo al Congreso que proporcione financiación y sostenga la cooperación en la industria de defensa.

El segundo es fortalecer la red de asociación del Indo-Pacífico. Recientemente, Estados Unidos y Japón han avanzado en la construcción de vínculos con terceros socios, incluidos Corea del Sur, Australia y Filipinas, evitando así que China intente dividir la red de aliados desplegada por Washington en la región. Además, mecanismos como el Quad deberían desempeñar un papel en la provisión de financiación a los países en desarrollo para un futuro estable y próspero del Indo-Pacífico.

Fuente: https://baoquocte.vn/dinh-hi-nh-cuc-dien-quan-he-my-nhat-truoc-the-m-ba-u-cu-290876.html