Suiza Un equipo de científicos del instituto de investigación ETH de Zúrich ha desarrollado una pequeña ventosa que se coloca dentro de la mejilla para administrar medicamentos al torrente sanguíneo en cuestión de minutos.
La ventosa que contiene el medicamento se adhiere temporalmente al revestimiento interno de la mejilla. Foto: Luo Z
Algunos medicamentos sólo pueden administrarse mediante inyección, aunque la mayoría de las personas no prefieren este método. El problema con los medicamentos inyectables es que están compuestos de moléculas relativamente grandes. Estas moléculas serían descompuestas por el sistema digestivo si se ingirieran por vía oral y son demasiado grandes para ingresar al torrente sanguíneo a través de la pared intestinal. También son demasiado grandes para pasar a través de las membranas mucosas que forman el revestimiento interno de las mejillas (llamada mucosa bucal) y la parte inferior de la lengua.
Para resolver estos problemas, un grupo de científicos del instituto de investigación ETH de Zúrich (Suiza) desarrolló una diminuta ventosa inspirada en un pulpo, informó New Atlas el 29 de septiembre. El dispositivo de 10 mm de ancho y 6 mm de espesor se llena con los inyectables antes mencionados y luego se adhiere al revestimiento de la mejilla simplemente presionando en su lugar con dos dedos. La copa estira la membrana mucosa que se encuentra debajo, haciéndola más permeable.
Para aumentar aún más la permeabilidad, los científicos agregaron al medicamento una sustancia química natural que afloja temporalmente la red celular de la membrana. De esta manera, el fármaco se transporta a través de la mucosa de la mejilla y entra en el torrente sanguíneo en cuestión de minutos.
En pruebas con perros (sin causarles daño), la ventosa logró administrar con éxito el medicamento al torrente sanguíneo. Los vasos vacíos también fueron probados en 40 personas, la mayoría de las cuales dijeron que preferían el método a las inyecciones. Las tazas permanecieron en las mejillas de los voluntarios durante aproximadamente media hora sin causar ninguna molestia.
La ventosa tiene 10 mm de ancho y 6 mm de grosor. Foto: Transire Bio
“Tenemos un prototipo y hemos patentado esta tecnología. Nuestro próximo paso es fabricar la ventosa de manera que cumpla con las regulaciones farmacéuticas actuales”, afirma Nevena Paunović, experta de la ETH que dirigió la investigación junto con David Klein Cerrejon.
La ventosa está siendo comercializada por la empresa Transire Bio. La investigación sobre el dispositivo fue publicada en la revista Science Translational Medicine.
Thu Thao (según el Nuevo Atlas )
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