
Las fuerzas de seguridad francesas bloquearán el centro de París, el agua, los tejados... y utilizarán cámaras mejoradas con inteligencia artificial (IA) durante la ceremonia de apertura de los Juegos Olímpicos de París 2024 el 26 de julio para evitar incidentes que puedan arruinar el mayor evento deportivo del planeta.
El 24 de julio, en declaraciones al canal de televisión BFM, el ministro del Interior, Gerald Darmanin, afirmó: "Esta ceremonia de apertura es lo más extraordinario que un país puede hacer". Esta es la primera vez que los Juegos Olímpicos de Verano se llevan a cabo fuera de un estadio.
“En el actual contexto geopolítico y terrorista, esto supone un enorme desafío”, añadió Darmanin.
Estarán de servicio unos 45.000 policías y paramilitares, además de 10.000 soldados y 20.000 efectivos de seguridad privada.
La superficie total que se asegurará será de más de 6 kilómetros a lo largo del Sena y albergará a unos 300.000 espectadores con entrada, así como a cientos de miles de otros residentes y turistas que observarán el evento desde edificios situados en ambas orillas del río.
Una zona de exclusión aérea de 150 kilómetros alrededor de París se implementará una hora antes de que comience la ceremonia a las 19:30 hora local (00:30 del 27 de julio, hora de Vietnam).
El ejército francés será responsable de las operaciones antidrones, utilizando la tecnología de guerra electrónica más sofisticada del país.
Los drones pilotados por las fuerzas de seguridad también serán herramientas importantes para monitorear actividades sospechosas, mientras que cámaras mejoradas con IA monitorearán y “escanearán” a las multitudes.
En cada punto alto de la ruta se apostaron francotiradores de la policía, buscando posibles atacantes.
Mientras tanto, barcos de la marina con buzos y equipos de sonar buscaban en el río explosivos o intentos de intrusión.
Todos los 85 barcos que participaron en el desfile y otros amarrados a lo largo de la ruta fueron revisados por perros rastreadores y expertos en desactivación de bombas.
Se bloqueará el tráfico fluvial en ambos sentidos, instalándose numerosas barreras y bajando redes hasta el lecho del río si es necesario.
La idea de celebrar la ceremonia inaugural a orillas del Sena fue inicialmente rechazada por algunos altos responsables de seguridad y fue calificada de "locura" por el renombrado criminólogo francés Alain Bauer. Sin embargo, los planes originales –que contemplaban hasta un millón de espectadores en la orilla del río– se han visto reducidos.
Todo esto ocurre en un momento en que Francia se encuentra en máxima alerta ante ataques terroristas.
Francia ha sido un blanco frecuente de grupos terroristas durante la última década, con ataques a la revista Charlie Hebdo, la sala de conciertos Bataclan y el estadio Stade de France, que también se utilizará para los atletas de atletismo que competirán en los Juegos Olímpicos de este año.
El presidente Emmanuel Macron dijo que una filial del Estado Islámico (EI) en Afganistán estaba planeando un ataque contra Francia en marzo y que las cuentas de redes sociales vinculadas al EI habían emitido frecuentes amenazas.
Por su parte, el Sr. Darmanin dijo que cuatro sospechosos que se cree están planeando un ataque a los Juegos Olímpicos fueron arrestados.
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