
El Departamento de Cultura y Deportes de la ciudad de Ho Chi Minh invitó recientemente a varios cantantes a trabajar, recordarles y disciplinarlos sobre el uso de vestuario delicado al actuar y publicar en plataformas en línea como TikTok y YouTube. En concreto, estos cantantes se disfrazaron y cantaron canciones en recreaciones de tiempos de guerra que provocaron emociones negativas en la audiencia y fueron duramente criticadas. Anteriormente, el cantante masculino Dam Vinh Hung se disculpó públicamente con la audiencia cuando las autoridades le recordaron que los trajes preparados para su espectáculo personal no eran adecuados para el programa, no eran adecuados para los valores culturales vietnamitas, se asociaban fácilmente con temas delicados, causaban ofensas y creaban mala opinión pública.
Otro incidente reciente que ha causado indignación en la comunidad involucra a Objoff Company Limited, con sede en la ciudad de Thu Duc (Ciudad Ho Chi Minh), organizadora del desfile de moda "New Traditional" del diseñador TD. Esta unidad fue multada con 85 millones de VND por las autoridades y suspendida de sus operaciones durante 18 meses por infringir el Decreto n.º 38/2021/ND-CP, de 29 de marzo de 2021, del Gobierno sobre el reglamento de sanciones administrativas en el ámbito de la cultura y la publicidad. La razón es que el espectáculo producido por la compañía no estaba estrictamente controlado, por lo que las modelos llevaban ao dai modernizados revelando su piel y posaban de formas vulgares y ofensivas.
Muchas opiniones dicen que los trajes ofensivos y controvertidos de los artistas en los casos mencionados muestran una percepción incorrecta de la historia, falta de conciencia política, falta de estándares culturales y un impacto negativo en la recepción de la comunidad, especialmente de los jóvenes. Por otro lado, estos disfraces también hieren involuntariamente los sentimientos del pueblo y de los compatriotas. Ante la dura reacción de la comunidad, estos cantantes eliminaron los videos y se comprometieron a no repetir comportamientos ofensivos similares. Sin embargo, el contenido de estos videos se ha difundido y compartido en redes sociales, por lo que las consecuencias no se han evitado por completo.
Los artistas serán multados si usan vestuario, maquillaje o disfraces que no cumplan con las regulaciones o cambian arbitrariamente el vestuario aprobado.
Sea intencional o no, los ejemplos citados muestran en parte que la conciencia de un buen número de artistas escénicos todavía es limitada y que han violado las normas sobre actividades escénicas y el Código de Conducta emitido por el Ministerio de Cultura, Deportes y Turismo. Lo que es censurable es que estos artistas están tan ocupados siguiendo tendencias, demasiado preocupados por crear cosas nuevas, atrayendo vistas y gustos sin tener en cuenta criterios culturales y éticos, ignorando los valores nobles y fundamentales de la cultura nacional y olvidando sus responsabilidades sociales. Desde otra perspectiva, también demuestra que la calidad artística, así como la organización de muchos espectáculos actuales, se enfrentan a muchas deficiencias, lo que requiere medidas más enérgicas por parte de los organismos de gestión para garantizar un entorno artístico sano y civilizado.
Algunas personas dicen que el vestuario de un artista no indica el buen o mal contenido de un programa de artes escénicas. Se trata en realidad de una visión unilateral que, de algún modo, ignora intencionadamente la gravedad del problema y justifica las violaciones de los artistas. Porque, para un desfile de moda, el vestuario es el contenido principal del espectáculo. Ao dai, ao ba ba, sombrero cónico, non quai thao, bufanda... no son sólo simples trajes sino también imágenes simbólicas de la cultura tradicional de la nación, asociadas a la imagen de la mujer vietnamita leal y capaz.
No importa cuán innovadores o estilizados sean los diseños, si no preservan la esencia cultural nacional sino que exponen deliberadamente piel ofensiva, serán inaceptables. En cuanto a los espectáculos musicales, aunque el contenido principal es la música, el vestuario de los artistas nunca se pasa por alto. El Decreto No. 144/2020/ND-CP del Gobierno, de 14 de diciembre de 2020, que regula las actividades de artes escénicas, en su artículo 3, estipula las prohibiciones en las actividades de artes escénicas que establecen: "Utilizar vestuario, palabras, sonidos, imágenes, movimientos, medios de expresión, formas de representación y comportamientos que sean contrarios a las tradiciones y costumbres nacionales, que afecten negativamente a la moral, la salud pública y la psicología social".
Los artistas serán multados si usan vestuario, maquillaje o disfraces que no cumplan con las regulaciones o cambian arbitrariamente el vestuario aprobado. Español El Decreto No. 38/2021/ND-CP del Gobierno, de 29 de marzo de 2021, sobre sanciones administrativas por infracciones en el ámbito de la cultura y la publicidad, en el apartado b, cláusula 5, artículo 11, estipula claramente una multa de 25 a 30 millones de VND por uno de los siguientes actos: Artes escénicas, concursos y festivales con contenido que incite a la violencia; afectar negativamente las relaciones exteriores; Utilizar vestimenta, palabras, sonidos, imágenes, movimientos, medios de expresión y formas de representación que sean contrarios a las tradiciones y costumbres de la nación; impactos negativos sobre la moralidad, la salud pública y la psicología social; infringir los derechos e intereses legítimos de organizaciones e individuos. Además, el organizador del espectáculo podrá ser objeto de una pena adicional de suspensión de operaciones de 12 a 18 meses según la gravedad.
En los casos en que no se trate de una actuación en vivo, sino que se publique en la radio, la televisión o el entorno en línea, el Decreto Nº 144/2020/ND-CP, Cláusula 4, Artículo 8 establece claramente que "la persona que publica y transmite es responsable". De esta manera, se puede decir que todo aquel que participe en la realización de actividades y coloque sus productos en el ciberespacio estará por supuesto sujeto a las regulaciones en el campo de la información y la comunicación y a las regulaciones conexas.
A pesar de unas normas legales tan estrictas, la pregunta es: ¿por qué han aumentado recientemente las infracciones relacionadas con las normas sobre las artes escénicas? ¿Las sanciones actuales son demasiado leves y no tienen suficiente efecto disuasorio? Además de las multas, ¿debería existir una sanción adicional de prohibición de actuación más larga que la que impone la normativa actual? Todos vemos que las actividades de artes escénicas se están extendiendo cada vez más a muchos espacios diferentes, tanto en la vida real como en el ciberespacio, con formas directas e indirectas de actuación...
Por lo tanto, desde una perspectiva de gestión, detectar las infracciones y recordarlas, corregirlas y sancionarlas es necesario, pero no suficiente. Porque las conductas y fenómenos que muestran indicios de violación de la ley en materia de artes escénicas que son populares en el ciberespacio, si no se abordan de manera temprana, rápida y oportuna, sus impactos en la sociedad son impredecibles. Se han dado casos en los que artistas están dispuestos a aceptar castigos por difundir productos en las redes sociales para lograr el objetivo de atraer visitas y me gusta. También es posible que existan personas que, en nombre de artistas, publiquen contenidos que distorsionen la historia y propaguen falsamente la cultura nacional a través de productos publicados en redes sociales, provocando inseguridad pública. El problema es fortalecer la capacidad de seguimiento de las autoridades y las unidades de gestión cultural. Es importante darse cuenta de que la detección temprana de las violaciones limitará las consecuencias negativas en las emociones sociales, especialmente entre los jóvenes.
Por supuesto, por muy activa que sea la agencia de gestión cultural, es difícil controlar todo el contenido que viola las regulaciones de las artes escénicas, especialmente en las plataformas de redes sociales. Para resolver este problema se necesita la participación de toda la comunidad. Cada ciudadano participante en redes sociales puede detectar y reportar contenido inapropiado o inadecuado, ayudando a las autoridades a contar con una fuente de información rápida y oportuna para manejarla de acuerdo a la normativa. Para ello es necesario fortalecer la propaganda y la educación jurídica dirigida al pueblo. Cómo ayudar a las personas a comprender claramente las regulaciones legales relacionadas con los formularios de presentación, para así identificar rápidamente el contenido inapropiado, informar de inmediato a las autoridades y advertir a los proveedores de servicios transfronterizos.
En realidad, las voces de los participantes de las redes sociales, a través de comentarios bajo el contenido publicado o informes directos a los proveedores de servicios, pueden crear fuertes olas de acuerdo u oposición, lo que ayuda a los gerentes a identificar, evaluar y manejar los problemas con mayor rapidez.
Un contenido importante que no se puede ignorar como solución eficaz para limitar las violaciones de las regulaciones sobre las artes escénicas es aumentar la conciencia de los artistas individuales y los organizadores de espectáculos. Una vez más se pone de relieve la cuestión de la responsabilidad del artista. Los artistas necesitan comprender claramente su misión y su impacto en el público. La cultura del artista se expresa en los productos y las formas de transmitirlos al público, desde el vestuario, el discurso, el comportamiento y el contenido de la expresión. La creación de cosas nuevas y extrañas debe basarse en la comprensión de la cultura y la historia de la propia nación, no permitiendo la degradación de los hermosos valores que nuestros antepasados han construido durante generaciones. No sólo los artistas, sino también los organizadores necesitan comprender claramente las regulaciones legales al implementar programas de arte.
El cumplimiento del código de conducta es garantizar el éxito de un programa, es también un escudo para proteger a los artistas de la opinión pública y al mismo tiempo contribuye a construir y preservar los valores culturales y la ética social. En ninguna parte y en todas partes, las expresiones vulgares e incultas de los artistas pueden ser aceptadas por el público y el pueblo.
Fuente
Kommentar (0)