A la enfermedad hepática se la suele llamar el "asesino silencioso" porque progresa gradualmente sin síntomas evidentes en las primeras etapas. Reconocer los signos de la enfermedad hepática y proteger proactivamente su salud ayudará a reducir el riesgo de daño hepático grave, según el sitio web de salud Medical News Today (Reino Unido).
Las náuseas y los mareos persistentes pueden ser señales de advertencia de una enfermedad hepática que progresa de forma silenciosa.
ILUSTRACIÓN: IA
Si experimenta alguno de estos síntomas de forma persistente, consulte a su médico.
Sensación de plenitud en el hipocondrio derecho
Uno de los primeros signos de enfermedad hepática es el malestar o dolor en el cuadrante superior derecho. El dolor puede ser leve o intenso, acompañado de una sensación de plenitud o hinchazón. La causa generalmente se debe a una inflamación o agrandamiento del hígado, que ejerce presión sobre los tejidos circundantes. Enfermedades como el hígado graso, la hepatitis o la cirrosis pueden provocar este síntoma.
La Fundación Americana del Hígado recomienda que no se ignore el dolor abdominal persistente, especialmente cuando está acompañado de otros síntomas de disfunción hepática. Si sientes dolor con frecuencia en esta zona, hazte un chequeo para descartar una enfermedad del hígado.
No ignores estas 3 señales de que tu hígado tiene problemas.
Debilidad severa
La fatiga y la debilidad inexplicables son signos comunes de enfermedad hepática. El hígado juega un papel importante en la creación de energía al metabolizar los nutrientes y regular los niveles de azúcar en la sangre. Cuando la función hepática se ve afectada, la producción de energía, lo que provoca fatiga crónica.
Investigación publicada en El Journal of Hepatology descubrió que las personas con enfermedad hepática crónica a menudo se sienten agotadas a pesar de descansar lo suficiente. Este síntoma a menudo se confunde con la fatiga normal.
Náuseas persistentes
Un hígado que funciona mal puede provocar náuseas y mareos persistentes. El hígado es responsable de procesar los nutrientes y eliminar las toxinas de la sangre. Cuando la función hepática se ve afectada, las toxinas se acumulan en el organismo, provocando problemas digestivos como náuseas, vómitos y desequilibrio corporal.
El Instituto Nacional de Diabetes y Enfermedades Digestivas y Renales advierte que las náuseas son un síntoma común en pacientes con problemas hepáticos. Esto se debe a que el hígado no puede procesar eficazmente los productos de desecho. En etapas más graves, este síntoma será más severo a medida que aumenta la cantidad de toxinas en el cuerpo, según Medical News Today .
Fuente: https://archive.vietnam.vn/3-bieu-hien-canh-bao-benh-gan-dang-tien-trien-tham-lang/
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