El ataque del movimiento Hamás contra Israel ha causado una enorme conmoción. ¿Hamás está intentando deliberadamente "darle un huevo a una piedra" o se trata de algún tipo de cálculo?
Militantes de Hamás y un tanque israelí fueron destruidos. |
Las "falsas señales de alerta" engañan a los servicios de inteligencia
El ataque de Hamás contra Israel el 7 de octubre fue impactante no sólo por su sorpresa, sino también por los acontecimientos sin precedentes que rodearon el ataque: la comunidad de inteligencia israelí no lo previó; Al principio, el ejército israelí careció de la capacidad de respuesta y el éxito de la milicia en las primeras horas.
Aunque es demasiado pronto para determinar la causa de estas situaciones, se pueden hacer conjeturas fundamentadas.
Es evidente que Israel no previó el feroz conflicto que estaba a punto de estallar. En los últimos años, la comunidad de inteligencia israelí se ha centrado principalmente en Irán y sus zonas fronterizas con Siria y Líbano.
Israel utiliza esencialmente sus capacidades de inteligencia principalmente para contrarrestar el desarrollo de los programas nucleares y de misiles balísticos de Irán y para impedir la transferencia de equipo militar avanzado de Irán a Hezbolá en el Líbano a través de Siria.
El cambio en la comunidad de inteligencia israelí se refleja en la reciente mayor vigilancia de Tel Aviv respecto a la construcción de un aeropuerto por parte de Irán y Hezbolá en el sur del Líbano, las actividades de las Brigadas Hussein apoyadas por Irán en Siria y la instalación de un campamento por parte de Hezbolá en la ciudad de Ghajar.
Por lo tanto, se puede argumentar que Hamás y sus partidarios, principalmente Irán y Hezbolá, están engañando a Israel. Hasta el momento, Israel y otras fuentes no saben exactamente qué hay dentro del campamento de Hezbolá, lo que lleva a algunos a especular si se trató de una operación de “falsa bandera roja”.
Hace apenas tres semanas, el 12 de septiembre, la llamada Sala de Operaciones Conjuntas en la Franja de Gaza, que incluye fuerzas de resistencia palestina lideradas por el ala militar de Hamás, las Brigadas al-Qassam, realizó un ejercicio que incluyó ensayos de ataques con cohetes a gran escala, uso de capacidades de ataque con drones y perfeccionamiento de técnicas de guerra de guerrillas urbana.
Todas estas tácticas se utilizaron en el ataque actual, sin embargo, la comunidad de inteligencia israelí no anticipó el ataque.
Aparte de estar mal dirigido, parece que Israel en el reciente ataque no demostró su principal ventaja: el elemento sorpresa.
Parálisis estratégica
En la mayoría de los conflictos, Israel tiene la ventaja de sorprender a sus oponentes con ataques aéreos masivos para lograr su objetivo de “parálisis estratégica”. Sin embargo, en este conflicto, Hamás no sólo le quitó esa ventaja a Israel, sino que también dejó a las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) incapaces de reaccionar.
El movimiento islamista Hamás ha utilizado una estrategia similar a la del Blitzkrieg: concentrar fuerzas en puntos de penetración específicos para luego avanzar rápidamente, seguido de incursiones sucesivas detrás de las defensas de Israel.
Además, Hamás parece haber intentado sembrar confusión pública y distraer al ejército israelí lanzando ataques por mar y aire.
Además, las innovaciones tácticas de Hamás incluyen el uso de nuevas armas y el despliegue de una potencia de fuego sin precedentes. Aprendiendo del conflicto de 2021 con Israel, Hamás se dio cuenta de que, si bien no podía superar tecnológicamente el sistema de defensa antimisiles Cúpula de Hierro (de Israel), podía neutralizarlo con una “lluvia de cohetes”.
Al concentrar su potencia de fuego, lanzando numerosos cohetes, proyectiles de artillería y drones suicidas hacia territorio israelí, Hamás espera sobrecargar la capacidad de la Cúpula de Hierro. Aprendiendo del conflicto entre Rusia y Ucrania, Hamás ha utilizado drones cuadricópteros difíciles de detectar para atacar a las tropas y puestos de observación israelíes.
En este conflicto, Hamás parece estar intentando neutralizar ventajas israelíes clave, como la superioridad aérea, manteniendo a cientos de israelíes como rehenes.
El objetivo principal de la toma de rehenes puede ser utilizarla como moneda de cambio en futuras negociaciones, ya que los líderes de Hamás han afirmado que tienen suficientes rehenes para obligar a Israel a liberar a todos los prisioneros palestinos.
Sin embargo, cabe señalar que Hamás puede tener rehenes en búnkeres y túneles. Esta táctica no sólo limitó la libertad de movimiento de la fuerza aérea israelí sino que también aumentó el potencial de pérdidas secundarias.
En conflictos anteriores, las milicias han almacenado municiones y soldados en zonas civiles para formar escudos humanos. Hamás ha creado ahora una espada de doble filo: si Israel ataca, sus ciudadanos estarán en peligro; Si no ataca, Israel seguirá enfrentándose a ataques del lado palestino.
En última instancia, a pesar de estas tácticas, la asimetría en las capacidades militares entre Israel y Hamás es clara.
Las FDI tenían superioridad absoluta en todos los aspectos, lo que plantea la pregunta: ¿Por qué se lanzó el ataque? Por ahora, parece que Hamás espera que, al utilizar a los rehenes, pueda presionar a Israel para que alivie las restricciones en la Franja de Gaza o libere a los prisioneros.
Además, cualquier acción de Hamás podría ser parte de una estrategia más amplia, provocando y arrastrando a las fuerzas del DIF a un conflicto de desgaste. ¡Obviamente sólo el tiempo lo dirá!
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