(NLDO) - Una tierra estéril en los tiempos modernos fue una vez un lugar muy fértil, la cuna evolutiva de dos especies humanas diferentes, una de las cuales era muy similar a nosotros.
En la cuenca de Turkana, en Kenia, se han descubierto una serie de misteriosas huellas fósiles en las orillas de un antiguo lago, que datan de 1,2 millones de años antes de que los humanos modernos como el Homo sapiens caminaran sobre la Tierra.
El geólogo y antropólogo Craig Feibel de la Universidad Rutgers (EE.UU.) y sus colegas analizaron los fósiles mencionados y determinaron que pertenecen a dos especies diferentes.
Dos tipos de huellas pertenecientes a dos especies humanas diferentes impresas en barro antiguo - Foto: CIENCIA
La primera especie fue el Homo erectus, u "hombre erguido". Es posible que hayan sido nuestros antepasados porque existe una hipótesis bien sustentada de que el Homo ergaster -el antepasado del Homo heidelbergensis y luego de los neandertales, el Homo sapiens- es una rama de esta especie.
La segunda especie fue Paranthropus boisei, una forma más primitiva de homínido.
Un análisis detallado mostró que las huellas fueron dejadas en el barro húmedo por al menos dos individuos de dos especies diferentes que pasaron por el área con pocas horas de diferencia, aparentemente pacíficamente, sin ningún signo de cazarse mutuamente.
Huellas de Paranthropus boisei - Foto: SCIENCE
"La presencia de huellas en la misma superficie, apareciendo próximas entre sí en el tiempo, sitúa a las dos especies en el borde del lago, utilizando el mismo hábitat", explicó el Dr. Feibel.
No es imposible que dos especies humanas coexistan pacíficamente. El propio Homo sapiens vivió e incluso se cruzó con neandertales y denisovanos, dejando muchos genes extraños en nuestro ADN.
Pero el Homo erectus y el Paranthropus boisei estaban tan alejados en términos de evolución y sus estilos de vida eran tan diferentes, que es posible que la coexistencia pacífica en la antigua Kenia fuera simplemente una cuestión de no competencia entre las dos comunidades.
Huellas del Homo erectus - Foto: CIENCIA
Estas nuevas huellas, junto con muchas huellas más tenues descubiertas previamente, pertenecen a un conjunto de sitios llamado Koobi Fora, que puede haber sido un antiguo pantano.
Las huellas se conservaron bajo capas de sedimentos y se endurecieron a medida que el clima de la región se secó gradualmente durante los últimos 1,5 millones de años.
Según los investigadores, este tipo de datos son muy valiosos, y los próximos pasos para analizarlos de manera más específica prometen ayudarnos a comprender más a fondo la tierra que pudo haber sido muy fértil, proporcionando las condiciones para la evolución de muchas especies humanas.
Con las huellas podemos ver cómo vivían los individuos que las dejaron, cómo se movían por su entorno particular y cómo interactuaban entre ellos y con otros animales.
"Eso es algo que realmente no podemos determinar a partir de los huesos o las herramientas de piedra", dijo el Dr. Feibel.
La investigación preliminar acaba de publicarse en la revista Science.
Fuente: https://nld.com.vn/vuon-dia-dang-15-trieu-tuoi-noi-2-loai-nguoi-cung-chung-song-196241201105111931.htm
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