El pueblo vietnamita, junto con los pueblos de la región y del mundo, cultivará la felicidad a través de la solidaridad, el compartir y la aspiración al desarrollo. Esto no es sólo una emoción, sino un viaje para construir una sociedad pacífica, próspera y amorosa para Vietnam en particular y para toda la humanidad en general.
La felicidad vietnamita, vista desde la filosofía budista, es un flujo continuo de reencarnación del pasado, el presente y el futuro. El pasado de Vietnam está lleno de buenos valores, logros y gloriosas hazañas de armas de la nación en la historia de la construcción y defensa del país. Ahora es el momento y el espacio para que toda la nación viva junta, contribuya, sea buena, comparta y ame para traer felicidad a todos. El futuro es la base y los objetivos que nuestro pueblo está creando junto para garantizar que las generaciones futuras sean más felices y continúen preservando y afirmando los valores y la fuerza del pueblo vietnamita.
La felicidad surge de la conexión entre el individuo, la familia y la sociedad.
La felicidad de cada vietnamita no puede existir sin los invaluables regalos que le dejaron sus antepasados. En cada hogar vietnamita, el altar del Tet es siempre un lugar solemne, lleno de recuerdos y nostalgia. El altar familiar es un lugar que conecta el pasado y el presente, ayudando a cada individuo a vivir conscientemente, vivir plenamente con satisfacción y compartiendo.
La felicidad no viene de las cosas materiales sino de la paz mental, de la conexión entre individuo, familia y sociedad. Al comprender estos núcleos, cada persona de la sociedad vietnamita hereda y preserva importantes pilares del patrimonio cultural para posicionar su vida, su trabajo y su contribución a la sociedad, como la gratitud, el altruismo, la vida amable, la solidaridad y el aprendizaje y el desarrollo.
Recordar, valorar y aplicar estos pilares ayuda a los vietnamitas a dar forma a sus propios retratos y a seguir cultivando la cultura vietnamita. Un pasado y un presente felices ayudan a nutrir y desarrollar un recurso humano vietnamita feliz.
La felicidad actual de Vietnam no es algo lejano, sino el esfuerzo diario de cada individuo por cumplir bien su papel. La sociedad es como una máquina gigante con millones de engranajes: individuos que trabajan en coordinación entre sí. Cuando cada engranaje social vive responsablemente, crea valor y tiene un mecanismo de reparto justo, esa sociedad está creando una vida significativa y feliz.
Crear un futuro feliz para la gente es uno de los pilares para construir un Vietnam feliz.
A continuación, un Vietnam feliz en el presente es cuando cada individuo y cada persona tiene la oportunidad de disfrutar de los valores dignos de las contribuciones mencionadas anteriormente. Mejorar la calidad de vida es la base fundamental para un Vietnam feliz. Los pilares de la seguridad social, como la educación, la atención médica y el seguro social, deben hacerse más inteligentes a través de la digitalización y la aplicación de la tecnología para que todos puedan acceder a servicios sociales avanzados y eficaces.
Además, la transformación digital, el desarrollo verde y sostenible son las claves para ayudar a las zonas desfavorecidas a tener oportunidades de crecer y desarrollarse. La tecnología, las tendencias y los modelos de negocio son las fuerzas impulsoras que ayudan a Vietnam a crear una felicidad profunda al asignar recursos de inversión en la sociedad de manera más efectiva.
La felicidad sostenible también consiste en dar a las personas desfavorecidas la oportunidad de alcanzar una vida buena y feliz. Los programas de desarrollo de infraestructura, transporte e inversión pública no sólo optimizan la eficiencia operativa sino que también garantizan la equidad en la distribución de los recursos, de modo que todas las personas, dondequiera que estén, se beneficien del desarrollo.
No basta con centrarse únicamente en la felicidad actual de Vietnam. Una sociedad vietnamita feliz necesita una visión hacia el desarrollo sostenible a través de la creación de infraestructura física y blanda para impulsar el crecimiento social y económico en la era del crecimiento nacional.
El primer pilar de la infraestructura de la felicidad es la educación para crear las personas felices del futuro. Las sociedades del futuro necesitan personas con capacidades innovadoras, verdes, digitales y sostenibles. El segundo pilar de infraestructura es promover una economía verde y sostenible para aumentar el valor de los productos de Vietnam en el proceso de integración económica mundial en los próximos 30 a 50 años. El tercer pilar es preservar, proteger y desarrollar recursos naturales sostenibles para dejar los recursos nacionales a disposición de las generaciones futuras para que los utilicen y exploten de manera más efectiva. Por último, el cuarto pilar son los programas de infraestructura innovadores para desarrollar Vietnam, como semiconductores, finanzas internacionales e importante infraestructura de transporte en todo el país.
La transformación digital y la alta tecnología son bases importantes para el desarrollo socioeconómico.
En un mundo cada vez más interconectado, Vietnam no sólo es un beneficiario de la globalización sino que también necesita convertirse en una fuerza constructiva que contribuya activamente a la felicidad y la paz mundiales.
Vietnam puede difundir el poder blando convirtiéndose en un modelo de armonía entre el crecimiento económico, la protección de los valores humanos y la adhesión a los principios y normas del mundo civilizado del futuro.
Un Vietnam feliz será un modelo realista para tendencias futuras como ciudades inteligentes, áreas urbanas Net Zero... para las ciudades de la región y del mundo.
Un Vietnam feliz es la oportunidad que tiene nuestra nación de afirmar su posición nacional y construir un futuro pacífico y próspero para el mundo.
El año 2024 ha terminado y se abre el año 2025, prometiendo traer buenos valores al pueblo vietnamita. En un mundo incierto, la felicidad es la brújula que ayuda a las personas de todo el mundo a sanar juntas y avanzar hacia la paz para los individuos, las familias, las comunidades y las sociedades.
La felicidad del Vietnam de hoy no es algo lejano, sino el esfuerzo diario de cada individuo por cumplir bien su papel.
La felicidad de Vietnam se basa en pilares importantes como tomar el humanismo como meta del desarrollo.
En ese mundo, Vietnam es feliz basándose en pilares importantes como tomar el humanismo como meta del desarrollo, tomar la justicia y la paz para guiar la cooperación con los países, tomar la estabilidad como principio en el desarrollo social y finalmente tomar la cooperación según el principio de "beneficios armoniosos, riesgos compartidos" para desarrollar la economía.
Un Vietnam feliz basado en la herencia de nuestros antepasados, creando valor en el presente y construyendo una base para las generaciones futuras es un testimonio y una motivación para todos los países del mundo.
Thanhnien.vn
Fuente: https://thanhnien.vn/viet-nam-hanh-phuc-185241231200342797.htm
Kommentar (0)