A continuación se muestra el artículo completo escrito por un padre en China que se opone al tema de las tutorías adicionales, publicado en NetEase :
Cuando me paré frente a la puerta de la escuela, viendo a los niños salir corriendo con pesadas mochilas escolares en sus espaldas, y luego estar rodeado por personas que repartían volantes anunciando clases adicionales, no pude evitar pensar. En los rostros de aquellos niños, algunos mostraban cansancio, otros preocupación, otros desconcertación. Los volantes impresos con las palabras "xx clases adicionales, ayude a su hijo a ganar desde la línea de salida" me recordaron a mi hijo, y una vez más quise reforzar mi punto: siempre me he opuesto a las tutorías adicionales.
Como persona de la generación 7X, experimenté una época en la que no había clases adicionales. En aquella época solo estudiábamos en la escuela, después de la escuela éramos libres. Jugamos fútbol, saltamos a la cuerda, jugamos a las escondidas y disfrutamos de las alegrías de la infancia. Incluso los estudiantes con bajo rendimiento académico no se sienten presionados. Nuestros padres nunca han estado tan preocupados como ahora.
En los últimos años, el entorno educativo ha experimentado muchos cambios importantes. Las clases extraescolares están surgiendo como hongos después de la lluvia, convirtiéndose en la opción “estándar” de muchos padres. Recuerdo una vez que mi mejor amiga me llamó y me confesó: "Señor Truong, ya no aguanto más. Tieu Minh solo está en segundo de primaria, pero después de la escuela asiste a clases extra todos los días. Inglés, Olimpiadas de Matemáticas, caligrafía, piano... tiene la agenda llena todos los días. Al ver su aspecto cansado, me duele el corazón, pero no me atrevo a dejar que se salte clases extra, porque temo que pierda desde el principio".
Al escuchar las palabras de Xiao Li, caí en un profundo pensamiento. ¿Es este concepto de “ganar desde la línea de salida” beneficioso para los niños? ¿Están los padres privando invisiblemente a sus hijos de su infancia? Con estas dudas en mente, me adentré en la investigación.

Para mí, "el Dharma no es fácil de transmitir, la religión no es barata de vender", lo que significa que el conocimiento no tiene precio y no se puede medir con dinero. Lo que el dinero puede comprar no es educación real. Un ejemplo típico en mi barrio, hay un niño que toma clases extras desde la primaria hasta la secundaria. Los padres jóvenes han gastado mucho dinero en esto. Aunque aprobó el examen de ingreso a la universidad, el niño pronto se dio cuenta de que lo más grande que le faltaba era la capacidad de pensar de forma independiente y resolver problemas.
Por el contrario, mi hijo nunca ha asistido a clases adicionales desde que era pequeño, pero a menudo leemos libros juntos, discutimos temas y cultivamos sus intereses. Actualmente, mi hijo no sólo tiene excelentes logros académicos, sino que también tiene talentos sobresalientes en la música y los deportes. Lo más importante es que mi hijo mantiene el entusiasmo por aprender y por la vida, teniendo siempre sus propias opiniones. Esto me convence aún más de que la educación no debe ser una carrera que se gana en la línea de salida, sino un proceso de desarrollo holístico.
Para los padres cuyos hijos están a punto de ingresar a la secundaria o preparatoria, los centros de tutoría suelen usar trucos familiares para sembrar la ansiedad, como: "El currículo de 6.º y 10.º grado es muy pesado, los maestros enseñan rápido. Si al ingresar a clase, el 49% de ustedes ya han tomado clases adicionales, pero su hijo no ha estudiado, el maestro no volverá a enseñar, entonces su hijo no podrá seguir el ritmo".
De hecho, las clases extras tendrán dos consecuencias: primero, desperdician el tiempo de descanso de los niños, especialmente de aquellos que acaban de tomar el examen de ingreso a 10º grado, quienes deberían estar descansando pero son obligados por sus padres a tomar clases extras. Como resultado, los niños que entran al nuevo año escolar exhaustos tienden a estar letárgicos. En segundo lugar, reduce la concentración al entrar al año escolar. Los estudiantes que ya han aprendido antes, al volver a escuchar en clase se sentirán aburridos, perderán el interés, lo que provocará una pérdida de concentración.
Muchos padres piensan que los tiempos han cambiado y no se pueden comparar con el pasado. Pero no saben que están siendo manipulados psicológicamente por centros de tutoría. A pesar de su objetivo de ganar dinero, son ellos quienes siembran la preocupación en los padres.
Como padre, sólo quiero darte un consejo: crea en el poder de la educación escolar. Concéntrese en el desarrollo general de su hijo, no sólo en las calificaciones. Además, aprenda a comunicarse con los niños, a comprender sus pensamientos y necesidades. Si el niño realmente necesita ayuda, los padres pueden darle clases particulares ellos mismos o, como máximo, contratar un tutor por un corto tiempo, en lugar de enviar ciegamente al niño a clases adicionales.
Lo que quiero decir es que la educación no es una carrera, es un proceso muy largo. Debemos crear un ambiente cómodo para los niños, para que además de estudiar, tengan tiempo para desarrollar intereses y fomentar la capacidad de pensamiento independiente. Ésta es la verdadera educación y ese es el objetivo que los padres deben perseguir.
Me opongo a las clases particulares no porque niegue su importancia, sino porque espero que la educación vuelva a su naturaleza original. Trabajemos juntos para crear un entorno de crecimiento más saludable y feliz para nuestros niños. Creemos que mientras los padres acompañen con todo su corazón y den la orientación adecuada, cada niño puede encontrar su propia vida maravillosa.
Fuente: https://vietnamnet.vn/dua-tre-nho-hoc-them-kin-lich-ma-do-dat-se-luon-thieu-mot-thu-quan-trong-2383416.html
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