Se acerca el Tet, se acerca la primavera y el Norte vuelve a exhibir un ambiente muy ajetreado preparándose para el nuevo año. Los colores brillantes cubren las calles, se filtran en cada mercado y aparecen bajo cada techo, señalando el final del año viejo. Aunque la vida moderna ha cambiado mucho, el sabor del Tet del Norte todavía está ahí, conservando las características tradicionales del antiguo Tet. Flores de durazno, kumquats, banh chung, carne grasosa, cebollas encurtidas, oraciones paralelas, pinturas populares y el elegante pasatiempo de jugar con narcisos...
Revista Heritage
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