Según una investigación de un psicólogo estadounidense, dedicar tan sólo 20 segundos al día a pensamientos autocompasivos puede ayudar a reducir el estrés.
En 2017, Eli Susman, entonces estudiante de doctorado en ciencias clínicas en la Universidad de Berkeley, California (EE. UU.), asistió a un retiro en Plum Village (Francia). Se sorprendió al descubrir que el programa diario de retiro de este monasterio budista incluía sólo 30 minutos de meditación.
En medio del retiro, decidió extender la sesión y se sentó bajo un árbol durante tres horas. Luego se encontró con un monje llamado Su Bao y le contó sobre su práctica. La reacción del monje no fue la que esperaba.
"¿Tres horas? ¿Qué tal tres respiraciones? Eso es todo lo que necesitas", dijo el Maestro Bao sonriendo.
Esas palabras hicieron que Susman se preguntara si una práctica acortada que durara sólo unas cuantas respiraciones podría marcar una diferencia en su vida.
Siete años después, él y sus colegas de la Clínica de Investigación del Estado de Ánimo y el Sueño Golden Bear de la Universidad de California en Berkeley, publicaron un artículo sobre este enfoque en la revista Behavior Research and Therapy. El artículo describe cómo practicar la autocompasión durante solo 20 segundos redujo el estrés y mejoró la salud mental de los voluntarios que lo hicieron todos los días durante un mes.
Susman compartió el método que encontró durante su investigación para ayudar a las personas a sentirse mejor en menos de un minuto al día. Este método se puede realizar después de una taza de café por la mañana en la sala de estar, o cuando te sientas estresado.
Primero, cierra los ojos, recuerda algo de ti que te esté molestando y te haga sentir indigno, no amado, y observa lo que surge en tu cuerpo.
Luego, coloca una mano sobre tu corazón y la otra sobre tu vientre, y continúa prestando atención a lo que surge en tu cuerpo.
A continuación, pregúntate: “¿Cómo puedo hacerme amigo de mí mismo en este momento?”
Por último, abre los ojos cuando estés listo.
Hacer esto durante 20 segundos al día sólo funciona para personas que practican regularmente. Ayuda a aumentar la autocompasión, reducir el estrés, así como problemas de salud mental como la depresión o la ansiedad. Tocarse el vientre y el pecho durante la práctica es útil porque genera una sinergia de pensamientos y acciones que expresan autocompasión.
Para responder a la pregunta: "¿Cómo puedo ser amigo de mí mismo en este momento?", sugiere Susman, imagina que ves a un amigo o a una persona más joven en una situación similar y ofrécele un consejo. También puedes imaginarte recibiendo consuelo o alivio de alguien como un padre o un amigo cercano.
Muchas personas piensan que están demasiado ocupadas para hacer este ejercicio de 20 segundos todos los días. Cuando las personas están estresadas, pueden llegar a sentir que no pueden tomarse 20 segundos para hacer una pausa en el trabajo, según Susman. Esta barrera sólo está en nuestra mente, porque en la realidad ya pasamos 20 segundos lavándonos las manos y dos minutos cepillándonos los dientes.
Sin embargo, este ejercicio no debe sustituir la terapia ni la atención profesional de la salud mental. Si tienes problemas psicológicos graves, debes acudir a una clínica especializada y recibir un plan de tratamiento.
Khanh Linh (según Los Angeles Times )
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