Si te sientes abrumado por el ritmo ininterrumpido de las redes sociales, te cuesta concentrarte en una cosa o tienes una capacidad de atención reducida, es posible que estés sufriendo de “cerebro de palomitas de maíz”.
“Cerebro de palomitas de maíz” es un término acuñado en 2011 por David Levy, investigador de la Universidad de Washington (EE.UU.). "Este término describe la tendencia a cambiar rápidamente la atención y el enfoque de una cosa a otra, como cuando estallan palomitas de maíz", explica el psicólogo clínico Daniel Glazer.
El “cerebro de palomitas” es un fenómeno nocivo para el cerebro, provocado por el uso excesivo de las redes sociales.
A medida que nuestras vidas se vuelven más digitales, los expertos en salud mental están cada vez más interesados en compartir formas de combatir este fenómeno. Según el NY Times , un estudio mostró que hasta el 62,3% de la población mundial utiliza redes sociales, con un tiempo de uso promedio de 2 horas y 23 minutos por día (a finales de enero de 2024).
Según un informe de la Universidad de California (EE.UU.), la cantidad de tiempo que las personas pasan concentradas en las pantallas antes de cambiar a otra cosa ha disminuido de un promedio de 2,5 minutos (en 2004) a 75 segundos en 2012 y ha seguido disminuyendo, hasta llegar a los 47 segundos actuales.
El desplazamiento excesivo, la navegación a través de publicaciones, alertas, interacciones y anuncios estimula el cuerpo a liberar pequeñas cantidades de dopamina (una hormona y neurotransmisor) que "recompensa" al cerebro y fomenta que este ciclo se repita, según la psicóloga Dannielle Haig.
“Con el tiempo, las exigencias de atención y el cambio rápido entre tareas pueden generar sentimientos de inquietud mental o un ‘cambio de velocidad’ del cerebro en su lucha por mantener la concentración en una sola tarea durante largos períodos de tiempo”, explica Haig.
El experto advierte que el fenómeno del “cerebro de palomitas de maíz” puede afectar negativamente a las interacciones sociales, la paciencia, el bienestar emocional, la productividad y aumentar la ansiedad y el riesgo de burnout.
"Las aplicaciones populares de hoy en día están, de alguna manera, alineadas con la atención dividida, estimulando el cambio rápido entre contenido diseñado de forma adictiva para maximizar la participación del usuario. Esa estimulación digital constante impacta negativamente la función cerebral", agregó el experto Daniel Glazer.
Para reducir el estado de “cerebro de palomitas de maíz” o disminución de la concentración, los expertos dicen que los usuarios deben establecer límites en el uso de dispositivos tecnológicos, “desintoxicación digital” para dejar que el cerebro descanse y se recargue, participar en actividades sin la presencia de pantallas como la meditación, el ejercicio, el movimiento, leer libros (de papel), crear arte o sumergirse en la naturaleza. Concéntrese en una sola tarea para entrenar su cerebro, no realice siempre varias tareas a la vez; Elimina aplicaciones e intenta controlar el uso de tus redes sociales.
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