Marzo frágil sol. Caminando apresuradamente después de la escuela, en algún lugar había un olor extraño pero familiar. Las lágrimas brotan de mis ojos mientras busco recuerdos. Ese aroma, ese color de flor, esas tardes tranquilas se han ido alejando con el tiempo, pero en un rincón profundo del alma, todo sigue anclado. Aroma de flor de castaño: ¡el aroma de la infancia! El aroma que emana de los sencillos pétalos verdes y amarillos tiene el poder de retener los pasos de muchas personas.
Ilustración: LNDUY
Al encontrarme con el aroma de las flores de castaño en medio del bullicio de la ciudad, de repente me escuecen los ojos. Los años escolares transcurrieron tranquilamente por las vastas laderas de las colinas de color púrpura. La adolescencia sólo sabe encantarse con el aroma de las flores del castaño cada marzo. Mucha gente compara las flores del castaño con una fruta dulce.
Inicialmente verdes, absorbiendo el sol, la lluvia y las penurias de los años, los suaves pétalos se transforman en el color de la inmensa luz solar.
Luego de toda la espera silenciosa, las flores se tornaron de un amarillo profundo y aterciopelado. En medio del vasto aroma de la montaña, esos racimos de flores verdes y de color amarillo oscuro son tan desconcertantes y lastimosos, que exudan silenciosamente un aroma inconfundible.
Cogí una pequeña flor de castaño apenas floreció, la sujeté a una horquilla de tres hojas y la escondí detrás de mi espeso cabello para que por la tarde su dulce fragancia se esparciera por el sinuoso callejón a lo largo de la pendiente. A veces guardamos algunas flores de castaño secas en los bolsillos de nuestra camisa y algunas flores prensadas en nuestros cuadernos de estudiante justo después de recogerlas.
Crecemos con los días. Al dejar aquel campo tranquilo, en algún momento me convertí en una mujer joven. A veces, limpiar viejos recuerdos, volver a ver flores de castaño secas me hace recordar historias de mi infancia.
Mamá habló de aquella flor con voz triste. La frágil flor del castaño simboliza el amor puro de una muchacha de campo por un príncipe. Los duros prejuicios de la etiqueta los mantenían separados. La niña, por nostalgia y arrepentimiento, se convirtió en una flor silvestre con una fragancia extraña que hizo que muchas personas sintieran nostalgia al separarse.
Muchas estaciones han pasado en silencio, pero esta tarde, ese simple aroma ha ralentizado mis pasos. Los colores verdes y amarillos que se esconden bajo la luz del sol han hecho que mi corazón vuelva a palpitar. Caminando por la acera, apreté mi mano contra mi mejilla para traer recuerdos y olores, para traer sueños llenos de aroma a castañas. Y entonces, en ese sueño, me encontré vagamente con los viejos versos: "Albaricoques dorados como frutas maduras/ Racimos de castañas colgando en algún lugar/ El viento lleva una fragancia extraña/ El camino a la escuela es bullicioso..."
La vida nos mantiene ocupados todos los días. La lluvia y el sol de afuera me han obligado a guardarlo todo en un rincón de mi corazón, atreviéndome solo por la noche a darle la vuelta y buscarlo de nuevo. ¡A veces lloro y me culpo por ser tan desalmada! ¿Olvidaste tu infancia?
¿Has olvidado las inmensas laderas de flores de color púrpura sim y castaño amarillo? El tiempo está impreso en el color de los ojos, el tiempo está impreso en cada hebra de cabello que se ha teñido del color de la tarde. Pero afortunadamente, en lo más profundo de esta tierra nostálgica, aún hay caminos intactos de polvo rojo a lo largo de las laderas con castaños que producen flores amarillas aterciopeladas con un aroma muy único e inconfundible. No es fácil olvidar una flor en nuestros recuerdos de infancia.
La ciudad hoy también tiene un ligero aroma a flores de castaño. Las castañas se cultivan en huertos domésticos. Los pequeños racimos de flores continúan difundiendo incansablemente su fragancia. Esos racimos de color verde claro y amarillo oscuro a veces dejan perplejos a quienes viven lejos de casa, en medio de una ciudad bulliciosa. Y esa tarde, había una persona que inhaló con avidez el aroma de la infancia, derritiendo su nostalgia.
La tarde cae poco a poco. La vida es tan dulce y pacífica. El olor de la infancia nos devuelve una vez más a los viejos recuerdos, a los sueños pacíficos de la juventud pura. En medio del bullicio de la ciudad lejana, siento nostalgia al encontrarme con los sonidos familiares de una armonía apasionada e inmensa.
Thien Lam
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