(NLDO) - Un atacante del espacio se sumergió en el Sahara hace 345 millones de años, destruyendo por completo un área de tierra del tamaño de una ciudad.
Un análisis del Instituto Lunar y Planetario (LPI – EEUU) muestra que la misteriosa estructura con forma de ojo que los satélites han captado en medio del desierto del Sahara es el vestigio de un antiguo "asesino espacial".
Es una estructura muy espeluznante con un globo ocular transparente en medio del desierto en el norte de Chad, dentro del "blanco" hay dunas de arena que se mueven constantemente, lo que hace que este ojo parezca que se está moviendo.
El misterioso ojo en medio del Sahara es el rastro dejado por un atacante del espacio - Foto: NASA
Desde que fue fotografiado claramente desde el espacio en 2013, los científicos han estado tratando de descubrir qué es, así como de rastrear cómo ha cambiado con el tiempo.
Los últimos resultados han confirmado que se trata de un antiguo cráter de impacto de hasta 12,6 km de ancho, con numerosas "dunas migratorias" en su interior, que pueden moverse hasta 30 m cada año.
Cráter de impacto antiguo en fotografía panorámica - Foto: NASA
El cráter está formado por dos anillos, lo que le da la apariencia de un gran y llamativo ojo de una bestia: el anillo interior tiene una colina central o estructura elevada no identificada que se asemeja a una pupila; El anillo exterior parece un párpado.
Los anillos actuales se elevan hasta 100 m por encima del suelo circundante, pero esto se debe a que se han erosionado con el tiempo. Su altura original pudo haber sido considerablemente mayor.
Los expertos creen que la estructura se formó hace unos 345 millones de años y probablemente fue creada por un meteorito de unos 600 metros de diámetro.
Con ese tamaño, habría sido lo que los astrónomos modernos llaman un "asteroide asesino de ciudades", lo suficientemente poderoso como para destruir completamente una ciudad si impactara la Tierra hoy.
Imagen que muestra algunas dunas de arena móviles dentro del "blanco del ojo" - Foto: NASA
Hace 345 millones de años los humanos aún estábamos lejos de existir. Sin embargo, el ecosistema, que ya era bastante rico en aquel momento, seguramente quedó severamente dañado por este desastre que literalmente "cayó del cielo".
Esta enorme roca espacial es lo suficientemente grande como para causar daños generalizados en el norte de África e incluso podría causar efectos climáticos a escala global.
No es inusual que las dunas de arena se muevan en el desierto, pero es la compleja estructura creada por la colisión la que afecta el modo en que se mueven las dunas y se suma al aspecto general espeluznante.
El descubrimiento de "cicatrices" terribles similares a lo largo de la superficie de la Tierra ha motivado a los científicos espaciales a diseñar y mejorar las misiones de defensa planetaria, porque tales ataques podrían repetirse en cualquier momento.
Fuente: https://nld.com.vn/con-mat-chuyen-dong-giua-sahara-do-sat-thu-vu-tru-de-lai-19624112709393654.htm
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