Los terremotos son desastres naturales que no se pueden prevenir, pero los daños se pueden minimizar con una preparación temprana y estrategias de respuesta adecuadas.
Construcción de un sistema de alerta temprana
Con cientos de terremotos cada año, Japón ha invertido en la construcción de un sistema nacional de alerta temprana que integra muchas tecnologías modernas.
Tan pronto como el sistema de sensores registra un terremoto inminente –sólo segundos o decenas de segundos antes del temblor real– se activa el sistema nacional de alerta de emergencia. La televisión y la radio interrumpieron inmediatamente el programa para transmitir el anuncio. Los teléfonos móviles vibraron y emitieron un sonido de advertencia distintivo. Las sirenas sonaron en las zonas residenciales. El metro, los ascensores y las líneas de producción automatizadas dejaron de funcionar.
La aplicación MyShake envía alertas de terremotos directamente a las personas a través de teléfonos inteligentes. |
En Estados Unidos, el estado de California ha lanzado la aplicación MyShake, el primer sistema de alerta de terremotos del país que ayuda a las personas a recibir notificaciones tempranas y tomar medidas preventivas oportunas antes de que ocurra un desastre. La aplicación, desarrollada por la Universidad de California en Berkeley, utiliza sensores sísmicos instalados en todo el estado para detectar terremotos antes de que los humanos puedan sentirlos.
Inmediatamente, la aplicación enviará alertas de sismo directamente a cada persona a través de su teléfono inteligente. La aplicación se evalúa para ayudar a mejorar las capacidades de respuesta proactiva de la comunidad. Se trata de un paso práctico en el contexto de unas tecnologías de la información y de unos dispositivos móviles cada vez más populares.
Educación comunitaria
Además de desarrollar sistemas de tecnología de alerta, los países también prestan especial atención a la propaganda y la educación de la comunidad para dotarla de conocimientos y habilidades para responder rápidamente en situaciones de emergencia.
En Japón, desde la escuela primaria, a los estudiantes se les enseña a seguir el principio “Agacharse - Cubrirse - Agacharse”: agacharse, buscar un refugio seguro debajo de una mesa o un objeto resistente, cubrirse la cabeza con las manos o un objeto suave y permanecer en el mismo lugar hasta que el temblor se detenga. Esta es una habilidad básica de afrontamiento que se integra en la instrucción para personas de la escuela primaria junto con otras habilidades de primeros auxilios.
Al mismo tiempo, Japón elige el 1 de septiembre de cada año como el "Día Nacional de Prevención de Desastres" para poner a prueba la capacidad de respuesta de toda la sociedad cuando ocurren desastres naturales y para fortalecer la conciencia de prevención de desastres en la comunidad.
Los japoneses practican la prevención de terremotos cada 1 de septiembre. |
En Estados Unidos, las autoridades locales también promueven y alientan activamente a las personas a desarrollar sus propios planes de respuesta a desastres adecuados a las circunstancias de cada familia. A cada hogar se le instruye preparar un kit de emergencia con artículos esenciales como agua, alimentos secos, medicamentos, baterías y una radio. También se capacita a las personas en medidas de seguridad en el hogar, como fijar firmemente los armarios y estantes a la pared y organizar simulacros de escape en el hogar o en el trabajo para desarrollar reflejos rápidos y precisos cuando ocurren desastres naturales.
Nueva Zelanda también es conocida por sus eficaces campañas mediáticas. El gobierno utiliza ilustraciones, vídeos cortos y vallas publicitarias públicas para transmitir información de forma visual y vívida. Se instruyó a los residentes para crear un plan de escape para su hogar, identificar un punto de encuentro después de un terremoto y participar en “ShakeOut”, un simulacro a nivel nacional para mejorar las capacidades de respuesta de la comunidad en situaciones de la vida real.
Estándares de construcción estrictos
Chile -un país que ha sufrido alrededor de 10 terremotos de magnitud superior a 7 en la escala de Richter sólo en los últimos 50 años- es notable porque el número de personas muertas por terremotos en este país siempre se ha mantenido bajo. La Oficina de las Naciones Unidas para la Reducción del Riesgo de Desastres atribuye ese éxito en parte a un estricto sistema de códigos de construcción que se han actualizado y mejorado continuamente después de desastres pasados, especialmente después del mayor terremoto del mundo en 1960.
Los daños estructurales son la principal causa de muerte, lesiones y pérdidas de propiedad causadas por terremotos. Por lo tanto, los códigos de construcción de Chile están diseñados para garantizar que los edificios puedan flexionarse con el movimiento de las ondas sísmicas, en lugar de resistir la fuerza del temblor, minimizando los daños materiales y la pérdida de vidas.
Los daños estructurales son la principal causa de muerte, lesiones y pérdidas de propiedad causadas por terremotos. |
En consecuencia, los terremotos ocurren cuando las placas tectónicas de la corteza terrestre se mueven y chocan entre sí, creando fuerzas horizontales capaces de sacudir las estructuras. Mientras tanto, el hormigón es un material de construcción popular gracias a su alta durabilidad, pero es frágil y tiene poca flexibilidad, lo que hace que la estructura sea susceptible a agrietarse cuando se somete a una fuerza horizontal.
Para superar esta limitación, los arquitectos en Chile han aplicado una solución de refuerzo utilizando un sistema de marco de acero en el interior del hormigón. Las barras de refuerzo tienen propiedades elásticas, que ayudan a aumentar la capacidad de carga y permiten que las estructuras vuelvan a su forma original después de ser deformadas por la vibración.
Además, muchos edificios modernos también están equipados con un sistema de "aislamiento de base", una tecnología avanzada que permite separar el edificio de los cimientos mediante resortes o deslizadores. Cuando ocurre un terremoto, este sistema ayuda a absorber y dispersar la fuerza sísmica, reduciendo la presión sobre la estructura principal del edificio.
Aunque Vietnam no está situado en una zona sísmica fuerte, áreas como el Noroeste, el Centro Norte y las Tierras Altas Centrales aún tienen riesgos potenciales. Provincias como Dien Bien, Son La, Quang Nam, Nghe An y Lam Dong están ubicadas cerca de fallas geológicas que probablemente volverán a activarse. En ese contexto, es urgente aprender de los modelos internacionales para desarrollar proactivamente estrategias de respuesta temprana.
Pasar de lo pasivo a lo proactivo, de la respuesta a la prevención: esa es la solución práctica para que Vietnam minimice los daños y se adapte eficazmente a futuras amenazas sísmicas.
Fuente: https://thoidai.com.vn/chu-dong-ung-pho-som-voi-dong-dat-bai-hoc-tu-the-gioi-211953.html
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