En el último proyecto, el Ministerio de Finanzas todavía propone imponer un impuesto especial al consumo de bebidas azucaradas, con excepción de la leche y las bebidas nutricionales.
Este contenido se encuentra en el proyecto de Ley del Impuesto a los Consumos Especiales enviado por el Ministerio de Hacienda al Ministerio de Justicia para su valoración. La novedad es que el Ministerio de Finanzas ha revisado el concepto de "bebidas azucaradas" a "refrescos azucarados según las Normas Vietnamitas (TCVN)" después de recibir comentarios de las empresas, para aplicar un impuesto especial al consumo.
En consecuencia, las bebidas azucaradas siguen estando sujetas al impuesto al consumo especial, pero la leche y los productos lácteos no estarán sujetos a este impuesto porque no son refrescos según el TCVN y son productos de nutrición saludable.
Además, los alimentos líquidos utilizados con fines nutricionales, como el agua mineral natural y el agua potable embotellada; También están exentos del impuesto los zumos y néctares de frutas y hortalizas y los productos de frutas y cacao.
Así, los productos de bebidas azucaradas según TCVN incluyen bebidas carbonatadas que contienen té, café y jugos de frutas; Las bebidas energéticas, electrolitos, bebidas deportivas y otros tipos de agua estarán sujetos al impuesto especial al consumo.
El Ministerio de Finanzas informó que estudiará tasas especiales de impuesto al consumo de refrescos en función del contenido de azúcar, con el fin de incentivar a las empresas a producir e importar refrescos con bajo contenido de azúcar.
Algunas bebidas azucaradas se consumen en Vietnam. Foto: Anh Tu
Siguiendo el punto de vista anterior, muchas asociaciones y empresas se opusieron a la imposición de un impuesto especial al consumo de bebidas azucaradas. Según ellos, esto no ayuda a resolver el problema del sobrepeso y la obesidad, sino que crea una política fiscal discriminatoria. Sin mencionar que esta política tendrá consecuencias no deseadas para otras industrias relacionadas, como la caña de azúcar, la venta minorista y el envasado.
Respecto a este tema, el Ministerio de Hacienda indicó que gravar las bebidas azucaradas se ha convertido en una tendencia común. La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha recomendado que los gobiernos tomen medidas para incentivar el acceso de las personas a alimentos saludables a través de impuestos a las bebidas azucaradas, para orientar el consumo.
Los países han ido añadiendo paulatinamente las bebidas azucaradas a la lista de productos sujetos al impuesto al consumo especial. En la actualidad hay unos 85 países que imponen este impuesto, casi seis veces más que hace diez años.
El impuesto es eficaz para reducir el consumo de azúcar, según el Ministerio de Finanzas. Por ejemplo, en México, después de dos años de implementación, los hogares redujeron sus compras de bebidas azucaradas en un 12%, incrementando los ingresos fiscales en 2.600 millones de dólares adicionales. En la ASEAN, 6 de cada 10 países, entre ellos Tailandia, Filipinas, Malasia, Laos, Camboya y Myanmar, han cobrado un impuesto especial al consumo de bebidas azucaradas.
Además, en el proyecto, el Ministerio de Finanzas también quiere incluir la cebada y las bebidas no alcohólicas en el impuesto al consumo especial para orientar el consumo.
Esta agencia considera que el mercado actual importa bebidas no alcohólicas que se producen utilizando el mismo proceso y los mismos ingredientes que la cerveza (luego del proceso de fermentación, se separa el alcohol del producto y se agregan sabores naturales).
Sin embargo, la empresa explicó que las similitudes en materias primas, procesos, formas y sabores no son una base legal para imponer el impuesto al consumo especial. También es incompatible con el objetivo de este impuesto, que es limitar o desincentivar el consumo de productos nocivos para la salud.
Quynh Trang
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