El proyecto de instalar tecnología para capturar 8 millones de toneladas de CO2 al año en la central de Drax está suscitando numerosas críticas por parte de expertos y políticos.
En una medida que ha provocado críticas de científicos y políticos, el gobierno británico aprobó un proyecto para instalar tecnología de captura de carbono en la planta energética más grande del país. El productor de energía Drax se dispone a instalar tecnología de bioenergía con captura y almacenamiento de carbono (BECCS) en dos de las cuatro unidades de combustible de biomasa de su planta de energía de Yorkshire, según noticias de The Next Web del 18 de enero.
En 2019, Drax dejó de quemar carbón y empezó a quemar biomasa, principalmente pellets de madera. La central eléctrica de Drax produce alrededor del 4 % de la electricidad del Reino Unido, quemando principalmente madera importada de América del Norte. A pesar de los esfuerzos de conversión, todavía se cree que la planta es el mayor emisor de CO2 del país, según la organización sin fines de lucro Ember.
Sin embargo, según Drax, su planta de energía no tiene impacto en el clima porque las emisiones provenientes de la quema de madera son compensadas por el CO2 absorbido por los árboles que vuelven a crecer en el lugar de la tala. Con la incorporación de BECCS, Drax se convertirá en la primera planta de energía carbono neutral del mundo y la planta de captura de carbono más grande. Drax citó una investigación del consultor independiente Baringa, que mostró que la planta eliminaría 8 millones de toneladas de CO2 de la atmósfera cada año. El sistema de captura de carbono de Drax se instalará en 2030.
Básicamente, BECCS es como poner una tapa gigante en una planta de energía, recolectando sus emisiones y almacenándolas bajo tierra en forma líquida. Según el plan aprobado, después de que se quemen los pellets para producir electricidad, el gas que contiene dióxido de carbono se enfriará y tratará antes de pasar por una torre de absorción para eliminar el gas de efecto invernadero.
Dentro de esta torre de absorción, el gas enfriado y tratado sufre una reacción química, utilizando un disolvente amínico, un compuesto de amoniaco. El compuesto resultante se calentaría nuevamente para producir dióxido de carbono puro, que podría transportarse a través de tuberías para su almacenamiento bajo el Mar del Norte.
Se espera que el proyecto completo cueste 2.540 millones de dólares, financiados en gran parte por el gobierno británico. Drax afirma que la nueva innovación convertirá su planta en la instalación de captura de carbono más grande del mundo. Sin embargo, el sistema BECCS nunca se ha implementado a tan gran escala, lo que genera mucho escepticismo sobre su confiabilidad como fuente de energía renovable. Tres diputados critican los planes de seguir subvencionando a Drax. El gobierno debería centrarse en aumentar la cobertura arbórea y apoyar la energía eólica, solar y nuclear, afirmó el diputado Peter Bottomley.
Un estudio de 2018 realizado por el científico John David Sterman en el Instituto Tecnológico de Massachusetts descubrió que las plantas tardarían 100 años en absorber la misma cantidad de carbono que la que se emite en una planta de biomasa. Mientras tanto, todo ese carbono permanece en la atmósfera, empeorando el problema del cambio climático.
An Khang (según The Next Web )
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