El envejecimiento y el proceso de deterioro de las funciones corporales son irreversibles. Sin embargo, detectar de forma temprana las señales de alerta nos ayudará a intervenir para reducir la gravedad de este deterioro, según el sitio web de salud Verywell Health (EE. UU.).
La fatiga crónica puede ser una señal de advertencia de que su cuerpo se está debilitando gradualmente.
Las señales de advertencia de que el cuerpo se está debilitando gradualmente incluyen:
Fatiga persistente
Sentirse cansado persistentemente, incluso después de una buena noche de sueño, podría ser una señal de advertencia de estrés o de un problema de salud subyacente. Es importante identificar la causa raíz para poder realizar ajustes más apropiados en el estilo de vida. Abordar la fatiga crónica desde el principio ayudará a evitar que el problema se agrave.
A menudo tengo dolores de cabeza
Los dolores de cabeza persistentes y recurrentes pueden ser una señal de advertencia de que el cuerpo se está debilitando gradualmente. La causa podría ser ansiedad, estrés, desequilibrio hormonal o incluso algún problema neurológico. La mejor manera es acudir a un médico para que le haga un chequeo y le indique el tratamiento adecuado. Los pacientes deben prestar atención al tipo y la gravedad del dolor para ayudar al médico a realizar un diagnóstico más preciso.
Cambios en la piel
A medida que envejecemos, nuestra piel se seca, lo que puede provocar picazón, erupciones e incluso protuberancias inusuales. Las personas con esta afección pueden acudir a un dermatólogo para que les examine y les oriente sobre el cuidado adecuado de la piel.
Problemas digestivos frecuentes
Otra señal de advertencia de que tu cuerpo se está debilitando son los problemas digestivos frecuentes como hinchazón, estreñimiento o diarrea. La causa puede deberse a cambios biológicos en el cuerpo, una dieta poco saludable, efectos secundarios de medicamentos o una enfermedad subyacente.
Insomnio
El insomnio no sólo cansa el cuerpo y debilita el sistema inmunológico sino que también aumenta el riesgo de sufrir hipertensión arterial, aterosclerosis, ataque cardíaco o insuficiencia cardíaca. A medida que envejecemos, tendemos a tener más dificultades para conciliar el sueño.
Para mejorar el sueño, las personas pueden adoptar hábitos saludables como meditar antes de acostarse, evitar comer en exceso o beber alcohol cerca de la hora de acostarse y establecer un ritmo circadiano acostándose y despertándose a una hora determinada, según Verywell Health.
Fuente: https://thanhnien.vn/5-dau-hieu-canh-bao-co-the-dang-bat-dau-suy-yeu-185241126145107544.htm
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