No regulado como fármaco
Los suplementos dietéticos no están regulados por la Administración de Alimentos y Medicamentos de la misma manera que lo están los medicamentos. Las regulaciones sobre cómo se fabrican los suplementos dietéticos generalmente son menos estrictas que las de los medicamentos.
Esto significa que su seguridad y eficacia pueden no haber sido completamente probadas, especialmente en niños, ya que se han realizado muy pocos ensayos en este grupo de edad.
Riesgo de sobredosis
Uno de los riesgos más comunes de tomar suplementos es que su hijo tome demasiadas vitaminas y, de hecho, muchos de los alimentos de su hijo contienen vitaminas.
Por ejemplo, los cereales para el desayuno están fortificados para ser ricos en minerales y nutrientes. Los niños que consumen estos productos y toman suplementos corren el riesgo de obtener demasiadas vitaminas, que pueden ser tóxicas e interferir con el metabolismo y la absorción de otros nutrientes.
Interacciones peligrosas entre medicamentos
Si su hijo está tomando medicamentos para tratar una condición médica, un suplemento puede interactuar con el medicamento y causar efectos secundarios. Por ejemplo, muchas personas suplementan vitamina C para aumentar la resistencia de los niños.
Sin embargo, cuando los niños están tomando antibióticos para tratar una enfermedad, especialmente antibióticos betalactámicos, no deben usarse al mismo tiempo que la vitamina C, porque reduce la eficacia del medicamento. Por lo tanto, es necesario informar a su médico, en caso de utilizar cualquier tipo de complemento alimenticio.
Los suplementos no sustituyen a una dieta saludable
No importa lo bueno que sea un suplemento, no puede reemplazar la dieta. La comida es la mejor fuente de nutrición. Es más razonable y científico complementar los nutrientes suficientes con alimentos naturales, así que preste atención a darles a los niños suficiente comida durante el día.
Fomentar en los niños hábitos alimentarios sin ser exigentes, manteniendo una dieta variada, completa y equilibrada; Aumente el consumo de verduras, frutas, frutos secos, soja, productos lácteos, pescado, huevos y otros alimentos; Limite los alimentos con alto contenido de grasas, sal y azúcar. Esta es la forma más científica y natural de cuidar la salud de los niños.
Si su hijo necesita tomar algún suplemento vitamínico o mineral, consulte con su pediatra o nutricionista antes de tomarlo.
Fuente: https://kinhtedothi.vn/4-nguy-co-tiem-an-khi-su-dung-thuc-pham-bo-sung-cho-tre.html
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