La noticia de que el fabricante de automóviles alemán Audi está considerando cerrar su fábrica en Bruselas, Bélgica, ha causado preocupación entre los observadores. Esto podría ser una señal de problemas para la industria de los automóviles eléctricos en Europa, que ya enfrenta una baja demanda y una fuerte competencia de los vehículos eléctricos chinos.
Europa está compitiendo para producir más coches eléctricos como parte de su transición verde. (Fuente: DPA) |
Audi es una filial de Volkswagen. A principios de este mes, la empresa hizo un anuncio sorprendente: estaba considerando cerrar sus plantas de fabricación en Alemania, una medida sin precedentes.
Con 3.000 puestos de trabajo en juego, los trabajadores de la fábrica de Audi en Bruselas han iniciado una huelga prolongada. Tienen prevista una gran protesta en la capital el 16 de septiembre (hora local).
Los trabajadores de otros lugares también harán huelga en solidaridad con los trabajadores de Bruselas.
Europa se apresura a producir más vehículos eléctricos como parte de una transición verde, a medida que se acerca la fecha límite de la Unión Europea (UE) para eliminar gradualmente las ventas de automóviles con motor de combustión interna para 2035.
Pero las ventas de coches eléctricos en este mercado no son muy prometedoras. Según la UE, el número de nuevas matriculaciones de vehículos eléctricos en el bloque en julio de 2024 disminuyó un 6% en comparación con el mismo período del año pasado.
Parte de la razón es que algunos subsidios han expirado, pero la débil demanda ha generado preocupaciones sobre el sector.
La posibilidad de que Audi cierre su planta de Bruselas es el “primer impacto” de los desafíos que enfrentan los fabricantes de automóviles europeos, dijo Felipe Muñoz, analista de la firma de datos automotrices Jato Dynamics.
Según él, los coches eléctricos chinos baratos han saturado el mercado. Al mismo tiempo, los consumidores aún no están familiarizados con los vehículos eléctricos, que tienen costos iniciales más elevados y tienden a depreciarse más rápidamente.
En este contexto, en la UE se están discutiendo planes para imponer aranceles de importación de hasta el 36% a los vehículos eléctricos importados de China.
En julio, la UE decidió imponer aranceles adicionales después de que una investigación concluyera que los fabricantes de automóviles en China se beneficiaron injustamente de subsidios estatales.
Pero la medida ha encontrado la oposición de varios países, incluidos España y Alemania. Estos países temen que la imposición de aranceles dañe las relaciones comerciales con China.
“Estos impuestos pueden ayudar a las empresas automovilísticas europeas en cierta medida”, afirma Conor McCaffrey, analista de la consultora Bruegel. “Pero por sí solos no son suficientes: también es necesario mejorar significativamente la productividad y la competitividad de la industria europea de vehículos eléctricos”.
Fuente: https://baoquocte.vn/xe-dien-tai-chau-au-lao-dao-loi-co-phai-do-trung-quoc-286596.html
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