El avión de combate británico de próxima generación, el Tempest, está siendo desarrollado conjuntamente por Japón e Italia.
Según Nikkei Asia , el 20 de junio el gobierno japonés publicó un borrador de directrices respecto al seguimiento de los estándares estadounidenses y europeos a la hora de producir equipos de defensa nacionales.
El proyecto pretende reducir los costes de mantenimiento y aumentar las oportunidades de negocio para las empresas de defensa japonesas.
Los planes surgen en un momento en que la tecnología cada vez más sofisticada de sensores y radares en los equipos de defensa aumenta el costo de mantenimiento y reemplazo de piezas.
Los costos de mantenimiento en Japón en el año fiscal 2023 son de 2 billones de yenes (323 billones de VND), equivalentes a casi el 30% de los costos relacionados con la defensa. Esta tasa era de poco más del 10% en 1990.
El aumento de los costos de los equipos conlleva un mayor tiempo de actividad. Por ejemplo, el avión de combate F-15 de la Fuerza de Autodefensa de Japón (SDF) está en servicio desde 1981. Los equipos más antiguos requieren más inspecciones de seguridad y reemplazo de piezas, lo que se traduce en mayores costos de mantenimiento.
La mayor parte del equipamiento de las SDF hasta la fecha sigue estándares propietarios, lo que dificulta el intercambio de piezas con otros ejércitos. La producción en lotes pequeños cada vez más compleja ha contribuido al aumento de los costos, según el libro blanco de defensa de Japón de 2022.
El nuevo proyecto de directrices exige que las empresas nacionales desarrollen y fabriquen equipos compatibles con los estados miembros de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), Australia y otros aliados.
El plan tiene como objetivo estandarizar el equipamiento entre las partes con las que Japón realiza ejercicios conjuntos en el Indo-Pacífico y en otros lugares.
Además de reducir los precios y aumentar la producción nacional, la nueva estrategia podría ayudar a SDF a aumentar su capacidad de operar de forma continua, evitando situaciones en las que el equipo no pueda trasladarse por falta de componentes.
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La industria de defensa de Japón tiene más de 1.000 empresas involucradas en la producción de aviones de combate y tanques, y más de 8.000 empresas involucradas en la producción de destructores.
Las regulaciones japonesas actualmente restringen las exportaciones de equipos letales. Sin embargo, el gobierno está considerando aliviar esas restricciones para permitir más exportaciones de equipos. Por lo tanto, unos estándares unificados ayudarán a las empresas a proteger sus canales de venta.
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