En las últimas décadas, los paisajes montañosos y los pueblos tradicionales vietnamitas se han vuelto populares en los sitios web de viajes de todo el mundo.
La sorpresa viene de los propios vietnamitas: ¿Cómo puede nuestra patria ser tan poética y “elegante”? A menos de 80 kilómetros de Hanoi, el Área de Conservación del Pueblo Ecológico de Casas sobre Pilotes de la Étnia Thai Hai (comuna de Thinh Duc, ciudad de Thai Nguyen) ofrece una imagen sorprendentemente suave de la comunidad étnica Tay en medio de las montañas. Todos los que vienen aquí se preguntan: ¿Por qué la gente de aquí es tan buena?
No es el majestuoso paisaje, las inmensas colinas de té o los majestuosos ríos y cascadas, pero este pequeño pueblo se ha convertido en un punto destacado del turismo de Thai Nguyen cuando fue honrado por la Organización Mundial del Turismo (OMT) entre los 32 mejores pueblos turísticos del mundo en 2022.
Para lograr este reconocimiento, los pueblos deben cumplir nueve criterios complejos. Thai Hai se ha convertido en el comienzo de un esfuerzo para desarrollar el turismo no sólo a nivel local sino también a nivel nacional cuando el año pasado, la aldea a prueba de inundaciones de Tan Hoa en Quang Binh también fue honrada.
Ubicado en un valle de 25 hectáreas, con colinas que rodean un lago ecológico, Thai Hai originalmente era solo una tierra salvaje y estéril, sin nadie que la cultivara. Desde principios de la década de 2000, una mujer de la etnia Tay, la Sra. Nguyen Thi Thanh Hai, al ver que la gente en la Zona Segura de Dinh Hoa, una zona de base de la resistencia antifrancesa, derribaba casas sobre pilotes de hasta 80 años de antigüedad para construir nuevas casas de ladrillo, compró 30 casas sobre pilotes para reconstruirlas.
Los residentes de Thai Hai también se reunieron desde muchas localidades diferentes, algo que era habitual en la antigua y remota tierra de Thai Nguyen.
Hace más de 80 años, el poeta Nguyen Binh vagó por la tierra de Thai Nguyen y escribió estos grandes versos: "¿Quién tiñó la hierba de la colina para que sea verde? ¿Quién tiñó tu camisa para que la vea índigo? ¿Quién tiñó el cielo de azul? ¿Quién tiñó nuestro amor, quién lo hizo desvanecer? (Para quién) o "El paso alto hace vacilar la corriente. El sol se esconde suavemente, la tarde es media tarde... Las colinas de campos de moras y té se entrelazan.
"Humo blanco en la montaña, camisa verde de alguien" (Camino forestal por la tarde). Ahora la hierba de las colinas todavía es verde, el color índigo de las camisas todavía es intenso en los campos de té y los ojos de las muchachas todavía son azules bajo sus elegantes bufandas. Pero Thai Hai no evoca la soledad como los poetas del pasado. Casi 200 miembros de la comunidad, como ellos mismos se presentan, “comparten la misma olla de arroz y el mismo bolsillo de dinero”, activos mañana y tarde en un espacio ecológico que recuerda a las cooperativas ideales.
Revista Heritage
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