Un "monje" robot llamado Mindar está trabajando en un templo en Kioto, Japón. (Fuente: Geek) |
Este robot ha estado cantando sutras para los asistentes a un templo budista en Kioto, Japón, durante los últimos años.
Con una cara hecha de piel de silicona sintética y “ojos” de cámara, el robot utiliza inteligencia artificial para comunicarse con los peregrinos y cantarles bendiciones en japonés, con traducciones al inglés y al chino para los visitantes extranjeros.
La cara, las manos y los hombros de Mindar están cubiertos de piel de silicona, mientras que el resto del cuerpo del robot tiene partes mecánicas claramente visibles. Dentro del cráneo del robot hay un sistema de cableado.
El robot "monje" llamado Mindar mide aproximadamente 1,8 m de altura y fue diseñado por el investigador Hiroshi Ishiguro de la Universidad de Osaka, Japón, a un costo de casi 1 millón de dólares.
Este robot es neutral en cuanto al género. Puede mover la cabeza, los brazos y el torso y hablar con una voz tranquilizadora, predicando sobre la compasión, así como sobre los peligros de la ira y las pasiones del instinto.
“Dejad de lado vuestro egoísmo… Los deseos mundanos son como un hombre perdido en el mar”, recordó el robot a los feligreses.
Similar al robot “monje” Mindar, el robot llamado “Operador Teológico” (SanTO) del experto en robótica Gabriele Trovato actúa como un sacerdote católico, permitiendo a los feligreses hacer preguntas relacionadas con la fe.
“La función principal del robot SanTO es ayudar a los ancianos a rezar”, explica Trovato, profesor asociado del Instituto Tecnológico Shibaura de Japón. Su memoria contiene una enorme cantidad de doctrina, incluida toda la Biblia”.
“El diseño del robot SanTO incorpora elementos de arte, incluida la proporción áurea, para transmitir la sensación de un objeto sagrado, acorde con su función”, afirmó el profesor asociado.
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