En medio de las crecientes tensiones con Occidente, Rusia está modernizando cada vez más su rama de aviación naval y aumentando su enfoque en la región del Ártico.
La aviación naval rusa tiene una misión especial en el Ártico. (Fuente: TACC) |
Recientemente, el coronel Andrey Pakhomov, comandante de la Fuerza Aérea de la Armada rusa, declaró: «La nueva doctrina de la Armada rusa menciona la adquisición de equipo aéreo moderno, el desarrollo de la estructura aeroportuaria y la atención prioritaria al Ártico, ya que estas son algunas de las principales tareas futuras no solo de la flota, sino de toda Rusia».
La Federación Rusa es el país con la frontera marítima más larga del mundo. Gran parte de esa frontera se encuentra en el Ártico, lo que la convierte en una zona de particular importancia para la seguridad del país.
La Flota del Norte de Rusia está formada por submarinos con misiles estratégicos, concentrados principalmente en el Ártico.
Por esta zona pasan periódicamente los bombarderos estratégicos estadounidenses. El Ártico también es la frontera de lanzamiento de misiles de crucero de las armadas rusa y estadounidense. No en vano, desde hace tiempo se emplean aquí submarinos nucleares multipropósito británicos y estadounidenses para realizar tareas de reconocimiento y supervisar la situación.
En el Ártico, las condiciones geográficas crean riesgos muy específicos para la seguridad de Rusia. Se puede decir que el 99% de las tareas de la aviación naval rusa se concentran en Occidente, sobre los mares de Noruega y de Barents, porque otras zonas del Ártico están cubiertas de hielo.
La tarea más importante de la aviación naval rusa es coordinarse con la flota de superficie para buscar y destruir submarinos y buques de superficie enemigos. Dado el número relativamente modesto de satélites rusos de reconocimiento espacial marítimo, el reconocimiento aéreo naval es el único canal para designar objetivos para que la flota decida si utilizar misiles de largo alcance para atacar. Si se interrumpe esta operación, todas las armas, como los misiles hipersónicos Zircon o los misiles de crucero Oniks, perderán su utilidad, ya que no habrá datos sobre la ubicación del objetivo.
Con dos regimientos aéreos de combate separados y un portaaviones (en reparación), la rama de la aviación naval rusa siempre está buscando formas de ganar superioridad aérea en los mares.
Durante el período soviético, la colocación y limpieza de minas estaba a cargo de la aviación naval soviética. El principal medio de limpieza de minas utilizado por la Armada Soviética era el helicóptero Mi-14BT, y la colocación de minas se realizaba mediante aviones antisubmarinos. Esta capacidad ya no se mantiene en la aviación naval rusa.
En el contexto del creciente riesgo de conflicto con Occidente, para evitar permanecer pasivo ante cualquier situación, Rusia utilizó el 4º Regimiento Aéreo de la Guardia del Báltico en combinación con el 43º Regimiento Aéreo de Ataque de la península de Crimea para realizar entrenamientos operativos en aguas árticas bajo un mando común. Esta es la única fuerza aérea de ataque basada en el mar de la Armada rusa hasta la fecha.
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