La inflación ha afectado gravemente a la economía alemana: los consumidores gastan menos en artículos como alimentos y ropa. Escena callejera en Stralsund, Alemania, durante la temporada alta de compras. (Fuente: Getty) |
La inflación ha afectado gravemente a la economía alemana: los consumidores gastan menos en artículos como alimentos y ropa. Peor aún, las perspectivas económicas para los próximos meses no son mucho más brillantes.
Recientemente, la Oficina Federal de Estadística de Alemania (Destatis) publicó datos que muestran que la economía alemana disminuyó ligeramente en el primer trimestre de 2023 en comparación con el trimestre anterior. Según la presidenta de Destatis, Ruth Brand, el producto interior bruto (PIB) disminuyó un 0,3% en el primer trimestre de 2023. Con una caída del 0,5% en el cuarto trimestre de 2022, la economía alemana encadenó dos trimestres consecutivos de crecimiento negativo y entró oficialmente en recesión técnica.
"Después de varios ajustes estadísticos de precios y efectos estacionales, la economía alemana no es inmune a una recesión técnica", afirmó el economista de ING Carsten Brzeski. Factores favorables como un invierno cálido, un repunte de la actividad industrial tras la reapertura de los mercados chinos y la flexibilización de las cadenas de suministro… no son suficientes para sacar a esta potente economía de la zona de peligro.
El impacto de la inflación provocó que los hogares gastaran menos en alimentos, bebidas, ropa, calzado y muebles respecto al trimestre anterior. Las ventas de autos nuevos también cayeron, posiblemente en parte porque el gobierno detendrá los paquetes de subsidios a partir de finales de 2022.
Junto con la débil demanda de bienes, el gasto público también cayó en los primeros tres meses del año. Según el instituto de investigación económica Ifo, el índice de clima empresarial cayó más de lo esperado en mayo de 2023, lo que marca el primer descenso tras seis meses consecutivos de aumentos.
Mientras tanto, según una encuesta publicada por la Asociación de Bancos Alemanes (BdB), la mayoría de los alemanes son escépticos sobre el plan del Banco Central Europeo (BCE) de establecer un euro digital.
Los resultados de la encuesta muestran que hasta el 76% de los encuestados alemanes cree que las opciones actuales de pago en euros son completamente adecuadas, por lo que no es necesario un euro digital. Sólo el 21% cree que la moneda digital facilitará los pagos.
Henriette Peucker, directora general adjunta del BdB, advirtió que el BCE debe aclarar cuestiones clave como qué forma adoptará el euro digital, qué beneficios aportará a los ciudadanos y qué riesgos planteará. Un euro digital sólo podrá tener éxito si es aceptado y utilizado por los europeos. Mientras los beneficios y los riesgos no estén claros, el proyecto de moneda digital europea no será eficaz y los consumidores seguirán utilizando las opciones de pago con las que están familiarizados y en las que confían.
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