Una bomba estadounidense B61-12 (Foto: Reveal).
El Pentágono anunció el 27 de octubre que está siguiendo planes para desarrollar una nueva variante de la bomba B61, un arma producida por primera vez en la década de 1960, en el apogeo de la Guerra Fría.
Las armas de la familia B61 se conocen como bombas "tácticas", armas no guiadas diseñadas para explotar contra objetivos después de ser lanzadas desde un avión.
El Departamento de Defensa de Estados Unidos dijo que la nueva variante, la B61-13, es necesaria “para garantizar la disuasión estadounidense y otros objetivos”.
"El B61-13 mejorará la disuasión y dará seguridad a los aliados y socios al brindarle al presidente de Estados Unidos opciones contra una amplia gama de objetivos militares difíciles", afirma el anuncio.
El Pentágono dijo que la nueva variante heredará las características "seguras, modernas, protegidas y precisas" del B61-12, la variante más cercana del B61 producida por Estados Unidos.
El B61-12 ha sido equipado con una sección de cola con navegación guiada para mejorar la precisión del arma. Al igual que otras armas nucleares producidas por Estados Unidos desde el final de la Guerra Fría, se espera que el B61-13 se construya con ojivas reutilizadas de bombas antiguas.
El Pentágono dijo que el B61-13 tendrá un rendimiento explosivo "similar" a la variante B61-7, que tiene un rendimiento máximo de 360 kilotones, según la Federación de Científicos Estadounidenses.
"El B61-13 no aumentará el número total de armas en el arsenal estadounidense", afirmó el Pentágono, enfatizando que cuando se produzca el B61-13, Estados Unidos reducirá en consecuencia la cantidad de B61-12 producidos.
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