Los casos de estudiantes envenenados por consumir bebidas y dulces gratuitos que contenían sustancias prohibidas por parte de desconocidos han preocupado enormemente a los padres.
Los casos de estudiantes envenenados por consumir bebidas y dulces gratuitos que contenían sustancias prohibidas por parte de desconocidos han preocupado enormemente a los padres.
Preocupación constante
La inseguridad alimentaria frente a las puertas de las escuelas, a pesar de haber sido corregida y reforzada por las autoridades, sigue siendo generalizada y plantea un problema que requiere la cooperación de toda la comunidad. Las escuelas, los padres y los estudiantes necesitan concienciar a los consumidores para garantizar la salud de las generaciones futuras.
La comida callejera, incluidos los bocadillos que se sirven en las puertas de las escuelas, está contaminada con bacterias como E. coli. |
Los puestos callejeros frente a las puertas de las escuelas se han convertido desde hace mucho tiempo en una parte indispensable de la vida escolar. Sin embargo, detrás de esa conveniencia se esconde un importante riesgo para la seguridad alimentaria al que pocas personas prestan atención.
Según datos del Departamento de Seguridad Alimentaria (Ministerio de Salud), entre el 70 y el 80% de los alimentos que se venden en la calle, incluidos los que se venden en las escuelas, están contaminados con bacterias como E. coli, bacterias que causan diarrea y enfermedades intestinales.
En particular, los alimentos que contienen productos químicos, pesticidas, promotores del crecimiento, etc. pueden acumularse en el organismo, dando lugar a enfermedades crónicas y cáncer.
Estos platos a menudo se preparan descuidadamente con ingredientes de origen desconocido, aceite de cocina reutilizado y procedimientos de procesamiento antihigiénicos.
Los vendedores a menudo usan sus manos desnudas para tocar directamente los alimentos, los almacenan sin cuidado y no los cubren, lo que los hace susceptibles a la contaminación por suciedad e insectos.
Al caminar por las escuelas primarias y secundarias de Hanoi, no es difícil ver puestos de comida móviles que venden alimentos como salchichas, rollitos de primavera fritos, palitos de queso, bolas de pescado fritas, dulces y bebidas.
Estos platos son muy baratos, sólo 3.000-8.000 VND por porción. Para atraer a los estudiantes, los vendedores utilizan colorantes alimentarios coloridos, condimentos intensos y conservantes para prolongar la vida útil.
Las consecuencias de consumir estos alimentos de origen desconocido no son pequeñas. En Hanoi, muchos casos de intoxicación alimentaria ocurren justo en las puertas de las escuelas.
Un ejemplo típico es el incidente en el que decenas de estudiantes de la Escuela Secundaria Binh Minh (Thanh Oai) sufrieron dolores de cabeza y de estómago después de beber agua embotellada gratuita.
Anteriormente, los estudiantes de la Escuela Secundaria Nguyen Quy Duc (Nam Tu Liem) sintieron náuseas y tenían dolores de cabeza después de comer un tipo extraño de dulce. En la escuela secundaria y preparatoria Hoanh Mo (Quang Ninh), 29 estudiantes fueron envenenados después de comer dulces comprados en la puerta de la escuela.
Se han producido casos aún más graves. Un niño de 5 años fue hospitalizado por intoxicación por drogas después de comer un pastel que le dio un vecino. Los médicos del Hospital Nacional de Niños dijeron que esta muestra de pastel contenía una droga sintética también conocida como "chocolate volador".
¿Qué habitación?
Además del riesgo de envenenamiento, recibir dulces y bebidas de desconocidos también supone el riesgo de secuestro y abuso infantil. Por lo tanto, los padres deben enseñar a los niños a distinguir entre conocidos y desconocidos y aprender a rechazar regalos de desconocidos. Si un extraño intenta obligar a un niño a comer o beber, el niño necesita saber cómo pedir ayuda a tiempo.
Para resolver completamente este problema, la ciudad de Hanoi ha implementado el plan "Fortalecimiento del control de la seguridad alimentaria dentro y alrededor de las puertas de las escuelas" a partir de agosto de 2024.
Las autoridades locales están revisando todas las instalaciones educativas, cocinas colectivas, comedores escolares y actualizando la lista de negocios de alimentación alrededor de las escuelas. Sin embargo, el papel de la supervisión por parte de la familia y la escuela sigue siendo muy importante.
Los padres deben educar a sus hijos sobre la seguridad alimentaria y orientarlos para que traigan bocadillos desde casa para usar durante el recreo. La escuela necesita coordinarse con las autoridades para controlar estrictamente el área alrededor de la escuela y manejar estrictamente a los infractores.
El Sr. Dang Thanh Phong, jefe del Departamento de Seguridad e Higiene Alimentaria de Hanoi, dijo que las unidades deben intensificar la propaganda para que la comunidad y los padres de los estudiantes comprendan claramente los riesgos de utilizar productos de origen desconocido; Si sospecha que ha consumido alimentos peligrosos, debe acudir a un centro médico de inmediato para que lo examinen y le brinden un tratamiento oportuno.
Además, las unidades pertinentes deben seguir reforzando el control de la seguridad alimentaria en las puertas de las escuelas y sus alrededores. En cuanto a las familias, los padres deben limitar el consumo por parte de sus hijos de alimentos y refrigerios de origen desconocido que se venden o regalan gratuitamente frente a la puerta de la escuela.
En lugar de ello, los padres deben elegir alimentos con orígenes y fuentes claros, garantizando la seguridad alimentaria y la higiene para prepararlos para que sus hijos los coman en casa y puedan llevar bocadillos para usar durante los descansos y los recreos.
Algunos otros expertos también destacan el papel de la educación familiar. Éste es el factor más importante. En consecuencia, los padres proporcionan a sus hijos conocimientos básicos sobre cómo distinguir entre alimentos sucios y limpios, identificar direcciones confiables y mantenerse alejados de lugares que venden alimentos que no garantizan la seguridad alimentaria.
Además de eso, las escuelas también necesitan tomar medidas más contundentes. Las escuelas no sólo se limitan a aconsejar a los estudiantes y padres que no utilicen alimentos callejeros de origen desconocido, sino que también han aumentado la supervisión y se han coordinado de forma proactiva con las autoridades para controlar estrictamente a los negocios que violan las normas de seguridad alimentaria.
La seguridad alimentaria no es sólo responsabilidad del gobierno, sino que requiere una estrecha coordinación entre las familias, las escuelas y la comunidad. Sólo cuando todos trabajamos juntos se puede garantizar la salud y la seguridad de los niños de forma sostenible.
Fuente: https://baodautu.vn/moi-lo-ngai-ve-an-toan-thuc-pham-truoc-cong-truong-hoc-d230571.html
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