Muchos estudios muestran que los patógenos se concentran en muchos lugares del escritorio, desde superficies y cajones hasta elementos del escritorio como computadoras, teclados, teléfonos, bolígrafos y muchos otros elementos. Estos patógenos no son sólo bacterias, sino también virus, hongos y algunos otros microorganismos, según The Conversation (Australia).
Si no se limpia periódicamente, el escritorio acumulará muchas bacterias que causan enfermedades.
Una investigación de la Universidad de Arizona (EE.UU.) descubrió que la cantidad de bacterias y otros microorganismos en un escritorio que no se limpia con frecuencia puede ser 400 veces mayor que en el asiento del inodoro de un hogar. Esto significa que muchos trabajadores de oficina enfrentarán un alto riesgo de contraer enfermedades infecciosas.
Además, el estudio también encontró que los escritorios de los hombres tenían entre 3 y 4 veces más bacterias que los de las mujeres. De éstos, el 98% son bacterias gramnegativas y el 2% son bacilos. Esto puede deberse a que los escritorios de los hombres son más grandes y sus hábitos de higiene y limpieza son peores que los de las mujeres.
Las principales fuentes de contaminación bacteriana en el escritorio provienen de los objetos. Artículos como teléfonos y bolígrafos pueden contaminarse con bacterias cuando vamos al baño, al hospital o al supermercado.
Las investigaciones también muestran que más de dos tercios de los trabajadores de oficina corren el riesgo de enfermarse debido a tener escritorios sucios. Los síntomas más comunes son dolores de cabeza, congestión nasal, alergias, rinitis, laringitis, faringitis y varios otros problemas de salud.
No limpiar su escritorio con regularidad fomentará el crecimiento de bacterias, especialmente Helicobacter pylori, Staphylococcus aureus, E-coli y Pseudomonas aeruginosa.
Para controlar los gérmenes en el escritorio, las personas deben lavarse las manos regularmente y desinfectar los teclados de las computadoras con alcohol medicinal. Además, otros elementos como teléfonos, bolígrafos, calculadoras y otros objetos también deben limpiarse con alcohol.
Se debe limitar comer y beber en el escritorio porque este hábito puede provocar que las bacterias se acumulen y propaguen fácilmente. Los vasos, cuencos y platos de papel desechables también deben desecharse inmediatamente después de su uso, evitando especialmente dejarlos allí durante la noche, según The Conversation.
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