El desarrollo de la moda rápida plantea un desafío importante en términos de residuos textiles en muchos países del mundo, incluida Australia.
Para solucionar este “dolor de cabeza”, Su Pittams y Anneli Strutt, residentes en Sydney (Australia), recuperaron técnicas de tejido antiguas para resolver un problema moderno. Por ello, abrieron un taller de tejido, utilizando telares antiguos (en la foto) para enseñar a la gente a tejer, con la esperanza de que más personas se sientan inspiradas a reutilizar ropa vieja. Su dijo que utilizan principalmente hilo de camisetas de lo que queda de la fábrica para enseñar a los estudiantes de forma práctica y que están consiguiendo textiles no utilizados de origen local para reutilizarlos.
La profesora Alice Payne, de la Escuela de Moda y Textiles del RMIT, dice que cuando los consumidores tiran ropa, están tirando a la basura recursos y materiales que podrían usarse para otras cosas. “Cuanto más tiempo se conserven los materiales, mejor será en general porque reduce el impacto ambiental de la industria textil”, afirma el profesor Payne. Australia es el segundo mayor consumidor per cápita de textiles del mundo. En promedio, un australiano comprará alrededor de 15 kg de ropa nueva cada año. Además, tirarán unos 10 kilos de ropa, lo que contribuirá a generar más de 200.000 toneladas de residuos textiles cada año.
PERLA
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