Sudáfrica Dos mambas macho exhaustos por pelear por una pareja fueron capturados por cazadores de serpientes y llevados lejos de áreas residenciales.
La pelea entre dos serpientes mamba negras mortales. Vídeo: Nick Evans
Dos grandes mambas negras fueron atrapadas en una feroz pelea en el patio de un residente en Queensland, Sudáfrica. Lucharon durante más de 30 minutos intentando inmovilizarse mutuamente contra el suelo. La serpiente más grande, que mide 2,6 metros de largo y pesa 300 kilogramos, intentó estrangular al enemigo más pequeño, de 2,5 metros de largo, dijo el cazador de serpientes Nick Evans el 3 de julio. Esta acción se repitió tres veces antes de que la serpiente más pequeña se diera por vencida y huyera. Evans luego capturó a la pareja de serpientes, exhaustas por la batalla, y las liberó lejos de la habitación humana. Dijo que probablemente estaban peleando por serpientes hembras durante la temporada de apareamiento.
Las mambas negras ( Dendroaspis polylepis ) no se muerden entre sí cuando pelean, sino que luchan hasta que una se rinde. Es una de las serpientes más venenosas de la Tierra y la más peligrosa de África, y se encuentra en el este y el sur del continente, según John Dunbar, investigador postdoctoral de la Universidad de Galway, Irlanda.
El veneno de la mamba negra ataca la conexión entre los nervios y los músculos de su presa. La mamba negra puede paralizar y matar rápidamente a una persona en 20 minutos. Sin embargo, son tímidos y sólo atacan a los humanos cuando se sienten amenazados.
Dunbar dijo que el comportamiento en el video, llamado "combate de trenzado", sólo ocurre cuando hay una serpiente hembra presente. El nombre proviene de la forma en que las mambas negras se enroscan alrededor del cuerpo de las demás para tomar la delantera y conquistar a sus parejas. Su objetivo es ganar obligando a su rival a someterse.
Las serpientes también poseen inmunidad a su propio veneno. La exposición al veneno durante el apareamiento o la alimentación puede producir una respuesta inmune leve, en la que los anticuerpos de la serpiente neutralizan la toxina. Es este anticuerpo el que ayuda a protegerlos cuando son mordidos por sus congéneres. Sin embargo, las serpientes no son completamente inmunes y a veces pueden morir a causa del veneno de individuos de la misma especie si se exponen a dosis altas.
An Khang (según Live Science )
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