El Fondo para el Medio Ambiente Mundial (FMAM) ha dado luz verde a 48 proyectos y tres programas liderados por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) para promover la transformación sostenible del sistema agroalimentario con el fin de acabar con el hambre y proteger el medio ambiente.
De esta forma, la fuente de financiación para los proyectos alcanzará los 2.900 millones de dólares. Los proyectos beneficiarán a 4,2 millones de personas en cinco regiones del mundo, restaurando más de 474.000 hectáreas de tierra; prácticas de cultivo mejoradas en más de 24 millones de hectáreas de tierra y hábitats marinos restaurados; gestiona más de 2 millones de hectáreas de áreas protegidas terrestres y marinas; reduciendo 133 millones de toneladas de emisiones de gases de efecto invernadero y eliminando 202 toneladas de productos químicos agrícolas tóxicos.
Los programas se centran específicamente en ocho cadenas de valor y sectores agrícolas: maíz, arroz, trigo, cacao, aceite de palma, soja, ganadería y acuicultura, y se espera que restauren más de 870.000 hectáreas de tierras de cultivo, bosques, pastizales naturales y tierras degradadas y humedales, reduciendo más de 174 millones de toneladas de emisiones de gases de efecto invernadero y eliminando 220 toneladas de pesticidas tóxicos. Hay alrededor de 46 países que cooperan con la FAO para acceder a recursos financieros del FMAM en este programa de trabajo, incluido Vietnam.
En concreto, el Programa Integrado de Océanos Limpios y Saludables proporcionará 100 millones de dólares en financiación a 14 países para reducir la contaminación de los océanos terrestres en nueve grandes ecosistemas marinos (GEM). El objetivo es abordar las áreas hipóxicas en el océano, también conocidas como “zonas muertas”, limitando las fuentes de contaminación terrestres provenientes de la agricultura (uso excesivo de fertilizantes, contaminación del ganado) y de fuentes industriales y urbanas (aguas residuales no tratadas) mediante políticas, regulaciones e inversiones en infraestructura combinadas con la gestión sostenible de los recursos naturales y soluciones basadas en los ecosistemas. De manera similar, el Programa Nexo Tierra-Agua de Asia Central canalizará 26 millones de dólares a Kazajstán, Kirguistán, Tayikistán, Turkmenistán y Uzbekistán para restaurar los ecosistemas de las cuencas del Amu Darya y el Syr Darya a fin de mejorar la seguridad hídrica, aumentar la resiliencia y mejorar los medios de vida rurales.
Según la Directora General Adjunta de la FAO, Maria Helena Semedo, éste es el programa de trabajo más grande entre los proyectos de la FAO aprobados por el Consejo del FMAM. Al trabajar en estrecha colaboración con socios y países, estos proyectos tienen el potencial de mejorar la vida de millones de personas mediante la transformación de los sistemas agroalimentarios, ayudando al tiempo a alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible.
En un debate sobre la seguridad alimentaria y los factores que causan el hambre en muchas partes del mundo, celebrado recientemente en Nueva York, EE.UU., el Secretario General de la ONU, António Guterres, evaluó que la guerra y la inestabilidad climática están entre las principales causas del aumento del hambre. Según la ONU, 13 de los 14 países más expuestos al cambio climático se enfrentan a crisis humanitarias y de seguridad alimentaria.
Por ello, el apoyo del FMAM y la FAO se ha convertido en parte en un importante motor para resolver el problema de la degradación ambiental, tras los acuerdos históricos sobre biodiversidad. El GEF es un fondo ambiental formado a partir de contribuciones de países de todo el mundo, principalmente países desarrollados, con el objetivo de brindar apoyo financiero a proyectos que tengan beneficios económicos para el medio ambiente global de los países.
SUR
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