El Banco Mundial pronostica que el PIB mundial podría crecer este año un 2,4%, lo que marcaría el tercer año consecutivo de desaceleración del crecimiento global.
El último informe del Banco Mundial acaba de pronosticar que el PIB mundial en 2024 podría aumentar un 2,4%. Este crecimiento sería el peor desempeño desde la crisis financiera de 2009, excluyendo la caída relacionada con la pandemia en 2020.
Se prevé que Estados Unidos crezca un 1,6% este año, tras alcanzar el 2,5% en 2023. La mayor economía del mundo se está desacelerando a medida que sigue vigente una política monetaria restrictiva y los ahorros de los hogares caen.
La eurozona se muestra más moderada, con una previsión de crecimiento del 0,7% este año, después de que los altos precios de la energía llevaran a un crecimiento de apenas el 0,4% en 2023. Las condiciones crediticias más restrictivas implican que las perspectivas de la región son peores que las previstas por el Banco Mundial a mediados del año pasado.
El crecimiento de China también podría desacelerarse al 4,5% en 2024, lo que marcaría su ritmo más lento en más de tres décadas, excluyendo los años afectados por el Covid-19. La segunda economía más grande del mundo enfrenta un gasto de consumo débil y una continua incertidumbre inmobiliaria. Además, problemas a largo plazo como el envejecimiento de la población y el aumento de la deuda limitan la inversión.
Se pronostica que los mercados emergentes y las economías en desarrollo crecerán un 3,9% en 2024, frente al 4% en 2023. El Banco Mundial dijo que la forma de impulsar el crecimiento, especialmente en los mercados emergentes y los países en desarrollo, es acelerar las inversiones anuales de alrededor de 2,4 billones de dólares para la transición a la energía limpia y adaptarse al cambio climático.
Trabajadores trabajan en la fábrica de vehículos eléctricos Nio en Hefei, Anhui, China, a finales de agosto de 2022. Foto: Reuters
Indermit Gill, economista jefe del Banco Mundial, evaluó que el crecimiento global en el corto plazo seguirá siendo débil. Esto deja a muchos países en desarrollo –especialmente los más pobres– atrapados en una trampa de deuda. Se estima que para finales de 2024, las personas en aproximadamente el 25% de los países en desarrollo y el 40% de los países de bajos ingresos serán más pobres que en 2019, antes de la pandemia.
Se espera que en 2025 el crecimiento mundial mejore al 2,7%. Sin embargo, esta cifra también ha disminuido respecto al 3% dado anteriormente en junio de 2023, debido a la desaceleración de las economías desarrolladas.
En general, el Banco Mundial afirmó que el objetivo de 2030 de poner fin a la pobreza extrema estaba en gran medida fuera de alcance, ya que la actividad económica se veía obstaculizada por conflictos geopolíticos.
“Sin un ajuste importante, la década de 2020 será recordada como una década de oportunidades desperdiciadas”, comentó Indermit Gill.
Phien An ( según Reuters )
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