La enfermedad del hígado graso no alcohólico (NAFLD) es una de las enfermedades hepáticas crónicas más comunes. La enfermedad a menudo no causa síntomas en las primeras etapas. Sin embargo, con el tiempo, el hígado graso puede progresar a esteatohepatitis no alcohólica (NASH), una forma más grave de inflamación del hígado, según The Indian Express .
El daño hepático mostrará los siguientes signos:
Dermatitis
La esteatohepatitis no alcohólica puede causar dermatitis o irritación de la piel, incluso en la cara. Esto se debe a que la disfunción hepática impide que el cuerpo absorba el zinc de manera efectiva, lo que conduce a una deficiencia de zinc. El resultado es una dermatitis con síntomas como irritación de la piel, picazón seca acompañada de hinchazón.
Rosácea
La rosácea también se conoce como cara roja. Es una enfermedad que causa erupciones rojas en la piel, principalmente en las mejillas y la nariz. En casos graves, aparecerán pústulas, piel áspera y vasos sanguíneos visibles. Existen muchas causas de la rosácea, una de las cuales es la enfermedad del hígado graso. Esto también es una señal de advertencia de que el hígado está gravemente dañado.
Enfermedad del espino negro
La acantosis nigricans es una afección en la que los pliegues de la piel se oscurecen, como los del cuello. Una de las causas es la resistencia a la insulina, lo que significa que el hígado no utiliza la insulina de manera efectiva. La causa es el daño hepático y el deterioro de su funcionamiento. La acantosis nigricans también puede aparecer en otras zonas del cuerpo con muchos pliegues cutáneos, como las axilas y las ingles.
Ictericia
El daño hepático causado por la enfermedad del hígado graso provoca coloración amarillenta de la piel y del blanco de los ojos. Porque cuando ya no funciona normalmente, el hígado hará que un producto de desecho llamado bilirrubina se acumule en el cuerpo.
A medida que aumentan los niveles de bilirrubina, la piel y los ojos de la persona se tornan amarillos. Con el tiempo, este color amarillo también puede volverse verde. La causa es un pigmento verde que se encuentra en la bilis, llamado biliverdina.
Si observa cualquier síntoma de enfermedad hepática en su cara o piel, debe consultar a un médico de inmediato. Porque cuando aparecen estos síntomas, es muy probable que el hígado haya sufrido algún daño grave, según The Indian Express.
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