En las colinas de la ciudad de las miles de flores

Ese es Samten Hills Dalat, ubicado en la colina más alta de Don Duong, Lam Dong. En medio de una naturaleza majestuosa, las obras arquitectónicas espirituales armonizan con el hermoso paisaje de las tierras altas. Llevando un par de zapatos suaves, caminé por el camino de ladrillos rojos que conducía a lo alto, donde por todas partes había rosas floreciendo y fragantes. Bajo el sol de la tarde, la escena brilla mágicamente y las paredes y los techos reflejan un color dorado brillante.

En el patio principal, con vista panorámica, contemplé las montañas y colinas a mi alrededor y el viento fresco que soplaba desde el valle. La escena se hizo aún más espectacular a medida que el sol se ponía gradualmente, tiñendo el cielo de un brillante color rosa anaranjado.

La brisa fresca agita suavemente las hojas y los árboles, haciendo que el jardín frente al restaurante vegetariano sea aún más poético. Las luces se encendieron y las estrellas centellearon. Charlamos y cenamos un rico menú de productos frescos de origen local, preparados de forma sencilla con especias rústicas. Gracias a las cuidadosas manos del chef, cada plato conserva su delicado color y sabor.

Cuanto más tarde cae la noche, más mágicas se vuelven las colinas Satem. Bajo las luces, la arquitectura budista brilla magníficamente. Pinturas coloridas y motivos decorativos iluminan la noche. Capas de niebla blanca se extendían sobre las torres, los tejados y los árboles. En la tranquilidad de la noche y el espacio sagrado, la profunda conexión con la naturaleza se siente aún más claramente. Las buenas energías nos acompañaron a un sueño suave y tranquilo.

El nuevo día amanece con luz solar clara y música melodiosa llenando el aire. Todo el valle estaba sumergido en un mar de nubes flotantes. Caminamos lentamente en el sentido de las agujas del reloj alrededor de la sala de exposiciones.

El camino tiene una forma “circular” con el significado de una conexión ininterrumpida entre los mundos interior y exterior, sin punto de partida ni punto final. La relajación se extiende a medida que me concentro en mi respiración interior, sintiendo mi cuerpo tensarse con salud y mi mente refrescada.

En el espacio abierto y artístico del restaurante en forma de hoja, disfruté de una deliciosa comida, una taza de café fragante y observé las majestuosas y ensoñadoras colinas de Samten, capturando el recuerdo completo de un destino tranquilo en medio de colinas tranquilas con energía mágica.

Revista Heritage